Tupé Peluqueros: las manos por las que pasa la plantilla del Málaga

Aunque el refranero popular dice que 'en casa de herrero, cuchillo de palo', en Tupé Peluqueros aprovechan las rendijas que deja la apretada agenda para su estilismo. A primera hora de la mañana Francis corta a 'Espi', las dos personas al mando del negocio, cuando reciben a ElDesmarque Málaga para un reportaje que, conviene aclarar, se realizó cuando aún no estaba declarado el estado de alarma en España. A un lado del local decenas de camisetas de fútbol, muchas de un valor incalculable, y un par de balones firmados. Es el legado de años de trabajo, de muchas horas con la tijera, la máquina o la navaja. Esta es su historia, la de dos peluqueros por las que pasan muchas de las cabezas que defienden el escudo del Málaga CF.

El relato sale de boca de Francis, el propietario, que tiene al lado a su inseparable compañero Espi. "En mis comienzos a través de amigos conocíamos a un jugador del filial, que era Gerardo. Era atrevido y no le importaba ponerse en mis manos, yo tenía 18 años. Fui trabajando y en mi primer trabajo coincidí con Manolo Arrabal. Luego tuve la suerte de que mi amigo Carlos López me llamara para cortarle el pelo a Al-Thani", comenta, mientras habla de otras de sus vías de entrada en el mundo del fútbol, más reciente: "Le cortaba el pelo a Brahim desde pequeño porque éramos vecinos, pero el futbolista que empieza viniendo es Samu Castillejo. Viene del filial porque yo conozco a su hermano José de cursos de entrenadores que yo estudiaba".

"El boom fuerte fue cuando el Málaga ficha a Sandro, Jony... hace un buen proyecto. A través de Aarón Escandell, Juanpi y 'Casti', se me abren las puertas", sigue Francis, que se sincera: "Hemos perdido la cuenta, tenemos que sentarnos a hablar y recordar porque se nos olvida". Por sus manos, además de los citados de la plantilla malaguista pasaron Luis Hernández, Cifu, Adrián, Mula, Iván Rodríguez, Mikel Villanueva, Juankar, Pacheco o Luis Muñoz. También algunos ex como Rosales, Fornals, Portillo, Harper o Pau Torres. U otros futbolistas como Mario Gaspar, Roberto Soriano, Oriol Romeu o Guido Carrillo.

Juanpi, Luis Hernández, Cifu, Adrián, Mula, Iván Rodríguez, Mikel Villanueva, Juankar, Pacheco o Luis Muñoz son los que han pelado alguna vez de la plantilla del Málaga

Resulta curioso cómo se generó esa cadena. "El primer jugador al que le corté el pelo fue a Pablo Fornals", revela Espi, que cuenta cómo surgió esa oportunidad entre risas: "Tenemos un amigo en común y le dije que si me traía a Pablo le invitaba a un corte de pelo. Y lo hizo". "Y ya fue una cadena. Pablo me trajo a Mula, Mula me trajo a Iván Rodríguez (sin duda el mejor cliente no falla ni un viernes durante cuatro años) e Iván se encarga de traerme a Alberto López, Deco, Abeledo, Jack Harper, Pacheco y Adrián", añade.

Una relación que se estrecha con el paso del tiempo y de los cortes de pelo. "Yo puedo decir que con jugadores como Mula, Iván o Pacheco tengo relación de amistad, muy buena amistad. Cuando los ves por la tele parecen inaccesibles pero después son muy humildes y buenas personas que es lo que me gusta de ellos", dice Espi, que tira de sinceridad: "Soy del Málaga desde hace muchos años e imagínate lo que es que entre un jugador de tu equipo a cortarse el pelo... Vas a verlo al campo y viene a ti para que le asesores en su imagen. Es una locura".

Hay alguno que le ha sorprendido para bien en las distancias cortas. La persona por encima del futbolista. "Los jugadores que me han sorprendido más han sido Luis Hernández y Adrián. Los ves así en el campo serios, capitanes y dices bueno... pero cuando los conoces de cerca son muy buena gente y cercanos. Incluso Adrián viene a la peluquería cuando puede y tenemos un trato bastante cercano, es muy buen tío", admite Espi, que estrechó lazos en un día maratoniano este verano: "Iván Rodríguez este año me llamó para ir al hotel en pretemporada que estaba en Estepona para cortarle a él y varios más. Yo tenía la agenda llena, pero Francis me echó un capote como siempre. Fui para cortarle a Iván, Mula y Juankar, y acabe cortándole el pelo a medio equipo".

"Tengo una espinita clavada porque ha estado en el Málaga y es malagueño y sería un orgullo cortarle a Isco"

Detrás de todo este elenco, un potente y ambicioso deseo. "Me gustaría cortarle el pelo a todos los malagueños que han pasado por el Málaga y van a vivir aquí. Me transmiten buen rollo, sensaciones. El fútbol es una pasión y ellos te despiertan eso. En el fondo uno no deja de ser niño. Hace poco estuvo aquí Alexis Ruano, que me trae recuerdos de mi niñez. Para mí era un ídolo, aunque ahora te pilla de otra manera, trabajando con él. Pero te sigue despertando esa importancia", asegura Francis, que añade: "Vienen a Málaga en Navidad u otras vacaciones y te visitan. Hace poco vino Fornals. Eso da alegría porque no es sólo un futbolista y su peluquero, hay sentimientos".

Pero queda una cruz, muy importante, por tachar. Quizá, el mejor jugador de la provincia y seguramente uno que estará muy arriba en la historia del balompié malagueño. "Tengo una espinita clavada porque ha estado en el Málaga y es malagueño y sería un orgullo cortarle a Isco. Ya en Madrid lo hablé con Brahim, iba a ser que sí, pero no pudo ser porque su pareja (la actriz Sara Sálamo) estaba embarazada. Estaba un día sólo en Madrid y no podía ser en otro momento", admite.

Hay mucha superstición, por más que muchos estén en la élite y otras cosas pesen más en el césped. "Me han pedido cosas muy raras, a lo mejor que le corte el pelo muy corto a tijera. No es lo habitual, pero se hace. Tienen muchos protocolos, son muy supersticiosos. Si un día empiezas por una patilla y marcaron gol, tienes que empezar el próximo por lo mismo. Si le diste una palmadita en la espalda, pues otra vez. Y comen lo mismo y todos. Hay jugadores que salían de aquí el mismo día y comían lo mismo porque les iba bien", cuenta, aunque sí que reconoce que la creatividad no es muy usual: "Los futbolistas se han puesto la cabeza rubia, o se han hechos rayas o dibujos. Ellos también comen de su imagen. Arturo Vidal sólo hay uno, no inventan mucho".

Un trabajo... sin horario

Tras este aura de privilegio hay un importante esfuerzo para generar confianza en el cliente. Francis, con el apoyo de Espi, cuentan alguna que otra intrahistoria. "En un día festivo, en un puente... tú ahí tienes que valorar sí por tu trabajo y tu esfuerzo te merecerá la pena. Nosotros siempre lo hacemos. Muchas veces terminas de comer y no te puedes quedar al café. Coges el coche y a lo mejor te vas a Marbella. O a Guadalmar o al Rincón. Y vas", relata, para ir de una a otra: "Es un domingo y tienes que dejar de comer porque tiene que ser a las cuatro en Marbella. Ellos tienen un protocolo muy cerrado y tú tienes que entrar ahí. En una hora tienes que cortar a todos los que puedas. Rompimos un puente para estar allí con ellos. Cuando llegas a ellos y hay feeling te tratan bien y son agradecidos. Pero tienes que invertir ese tiempo".

Un debate sobre las redes sociales

Aunque suena hasta raro, Tupé Peluqueros no tiene perfil en Instagram. Sin duda es la red social del momento. Detrás de la decisión, un fuerte argumento. "Ahora está el boom de Instagram y la gente quiere tener muchos seguidores, pero realmente los peluqueros lo que comemos es del boca a boca. Los futbolistas dan mucho que hablar, para bien o para mal. Que vengan aquí te mantiene en la cresta de la ola. Y más si son del Málaga y son malagueños", cuenta Francis Tupé, como se le conoce. Igual a Espi.

Lo ejemplifica bien con una anécdota real. "Nos pasó el caso que Sandro se había ido al Everton y fue cedido al Sevilla y allí coincidió con el 'Tucu' Correa. Luego él vuelve a Inglaterra y viene a hacer la pretemporada a Marbella el Southampton y Guido Carrillo, que ahora está en el Leganés, le pregunta a Correa por un peluquero cercano. Y Correa se acuerda de Sandro y él nos llama. Eso es el boca a boca, ahí no hay redes sociales. Para una persona que tiene un millón de seguidores cualquier peluquero y yo es insignificante", da a conocer.

"Sirve para el cliente que es de paso. Tú llegas a Málaga y buscas al peluquero top de Málaga y te corta el pelo porque te lo has encontrado en redes sociales. Cuando llegas a residir buscar el que mejor te trate y el que mejor te deje, eso no está en las redes sociales"

Tiene más razones. "Sirve para el cliente que es de paso. Tú llegas a Málaga y buscas al peluquero top de Málaga y te corta el pelo porque te lo has encontrado en redes sociales. Cuando llegas a residir buscar el que mejor te trate y el que mejor te deje, eso no está en las redes sociales. Cada persona es un mundo y tiene gustos diferentes. Lo complicado es gustarle a todos, gustarle a la moda... ¿Cuántas veces hemos mirado fotos y hemos pensado lo que nos poníamos? Gustarle a muchos es donde está la competencia y eso no lo dan las redes sociales, lo da la constancia", agrega.

Aquí queda reflejado la fórmula y la esencia de Tupé Peluqueros, que también dan a conocer lo que hay detrás de bambalinas. Una relación que comenzó en un bloque de pisos hace más de dos décadas. "Hace siete años iba a ayudarlo a barrer y lavar cabezas porque este mundillo me gustaba mucho. Él siempre me animaba a sacarme el curso. Lo hice y cumplió su palabra. Ya llevamos cuatro años de la mano", recuerda el menor de ellos. Muchos sacrificios para grandes recompensas. Buena parte del vestuario del Málaga pasó, pasa y pasará por su manos. También de Málaga, especialmente de Teatinos, su rinconcito para llegar al mundo. Es la historia de Espi y Francis.