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La naturaleza toma la ciudad, también los aledaños de La Rosaleda

Se están viendo en Málaga imágenes inusuales por el coronavirus. Calles vacías, con alma pero sin vida. Al menos humana. Porque la cuarentena ha animado a la naturaleza a seguir su curso natural. Se han visto jabalíes bajando a buscar alimento a las playas de la ciudad, patos cruzando tranquilamente por el asfalto del Puente Juan Pablo II, y cuando llueve huele a vida en un centro sin polución, con el agradable sonido de los pájaros como sustitutivo del tráfico de coches y de personas.

La Rosaleda, que mantiene el cuidado de su verde, no escapa al saludo de la naturaleza. Delimitada por el Río Guadalmedina, este miércoles ha visto como las últimas lluvias le han conferido a sus aledaños y al propio cauce una imagen inusual (vídeo superior). El agua ha traído patos, muchos de ellos crías, y los humedales formados han dado paso a garzas, aves habituales en la zona pero especialmente visibles en estos días de confinamiento. No hay que obviar que el Guadalmedina, aunque descuidado, es una zona verde de la ciudad donde las aves migratorias suelen parar, más ahora con todos los ingredientes actuales.

Son las imágenes que nos deja este miércoles en el entorno de Martiricos, desierto de ajetreo humano y sin el bullicio de la rutina, pero con la naturaleza abriéndose paso.

La Rosaleda y la naturaleza en sus aledaños, con patos y garzas, esta mañana.

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  1. Eva

    Esos patos y garzas llevan bastante tiempo ya allí sin moverse. Cada día durante los dos años anteriores y ido con mi perro y siempre me los he encontrado. No es algo nuevo, pero quizás antes no le importaba a nadie. Espero que por lo menos sirva para que se haga una limpieza del lugar..