Jesús Mosquera es uno de los actores del momento en el plano nacional, aunque su impacto también es mundial en cierta manera. Toy Boy, serie de la que es protagonista, ha resultado un 'pelotazo' desde que está disponible en Netflix. El malagueño es una figura muy demandada por los medios porque detrás de este éxito hay un camino particular hacia él. De ser futbolista en la cantera del Málaga CF a convertirse en un intérprete reconocido. Su trayectoria con el balón en los pies le curtió para esta etapa de su vida que disfruta ahora y recordaba un momento concreto en una entrevista en Hola, cuando abandonó La Academia para fichar por el Athletic Club.
"Con 16 años me fui a Bilbao a jugar al fútbol y dejé a mi familia y todos mis amigos en Málaga. Cambié de vida por perseguir un sueño y vi que ese sueño se alejaba. No fueron años fáciles, la verdad. Pasé momentos malos, aunque también tengo recuerdos buenos", contaba el fuengiroleño, que detallaba: "Me acuerdo que el viaje en coche a Bilbao duró como catorce o quince horas y me pasé todo el viaje llorando en la parte de atrás, intentando no hacer ruido para que mis padres no se enteraran. En realidad, era mi ilusión, pero era complicado dejar a mis amigos, mi colegio, mi familia, mi madre… Pasé malos momentos, pero, gracias a ellos, soy quien soy ahora". Hay un dato que da alcance de su impacto, tiene más de un millón de seguidores en Instagram.
Pasó por las canteras de Málaga, Athletic y Betis, donde coincidió con muchos futbolistas que hoy están en la élite. O que, al menos, algún día estuvieron. El elenco es amplio. "Por ejemplo, en el Málaga, con Samu Castillejo, Samuel García, Sergi Darder, Fabrice Olinga… Después, en el Athletic, con Kepa Arrizabalaga y con Laporte… Estamos hablando de gente que trabaja en la Premier League y en la Champions. En el Betis están ahora Loren Morón, Juanmi, aunque también coincidí con Junior Firpo y Dani Ceballos. Tuve suerte de compartir equipo con gente que está jugando en la élite profesional", rememoraba Jesús Mosquera.
Es la pregunta del millón. ¿Qué hará cada persona cuando se termine el confinamiento? Lo tiene claro el protagonista de Toy Boy, que la está pasando sólo en un piso de Madrid, donde reside durante el año por motivos laborales. "Si se puede, ir a Málaga y estar con mi familia. Echo de menos abrazar a mis amigos, a mi familia. El poder tener una charla o un café en una terraza. Ver un amanecer o una puesta de sol", asegura el malagueño, siempre con la provincia en la cabeza. Esa que abandonó con 16 años, pero que le curtió para lo que vino más tarde.