La configuración de la plantilla del Málaga CF ha permitido, casi más que nunca, la aparición de canteranos. Han sido necesarios en el trabajo diario, pero también en la competición. Muchos de ellos han dado un salto grande, el ejemplo más claro es el de Antoñín, pero también hay otros importantes como el de Ismael Casas. Uno de los que tuvo oportunidad de jugar su primeros minutos en el fútbol profesional fue Julio, uno de los canteranos de La Academia sobre los que hay ciertas expectativas puestas. Lo ejemplificaba bien Sergio Pellicer, el técnico que mejor le conoce en Martiricos.
"Es un jugador que empezó la pretemporada con el filial, que había 36 futbolistas. Estaba en duda para quedarse por el número, pero se lo ganó él sólo con su trabajo y con su rendimiento. Ha sido uno de los jugadores que a nivel personal más me sorprendió. Lo conocía de la cantera del Valencia, pero no profundamente de tenerlo en el día a día", explicaba el de Nules en el programa 'Fondo Segunda': "Es uno en el que tenemos esperanzas y sobre todo por esa versatilidad que tiene en ataque, por esas condiciones... vemos que tiene algo diferente. Tiene que estar en esa fase de crecimiento".
Julio forma parte de la generación que viene. El valenciano llegó el año anterior y formó parte del Juvenil A. El pasado verano pasó la criba para formar parte del Atlético Malagueño, con el que esta temporada ha dado un rendimiento excepcional y con el que puede que no juegue más este curso. A un delantero, también puede actuar por detrás o dado el caso caer a banda, se le piden goles y él los ha dado. 15 metió con el filial hasta el parón. Le valió una oportunidad con los 'grandes', que le dio Víctor. Le hizo debutar en Extremadura, donde tuvo dos minutos, para días después ser titular en Escobedo en la Copa del Rey y jugar el partido entero. Con Pellicer entró de refresco frente al Mirandés y se estrenó en La Rosaleda. Una entrada con pasos cortos, pero firmes.