La sociedad sigue acorazada ante el coronavirus, pero avanzando hacia la normalidad tal y como la conocíamos. Los niños volvieron a pasear, el ejercicio regresó a las calles. La gente recupera el aliento tras decenas de días entre cuatro paredes. Y en esas, después de un sinfín de dimes y diretes y de ser de nuevo foco de conflicto para no pocas partes interesadas, vuelve la actividad al fútbol. Lo hace para el Málaga, cuyos jugadores esperan desde hace tiempo el momento de regresar. Les tocará hacerlo, eso sí, bajo la premisa de un estricto protocolo, con un control sanitario constante y con al menos cuatro semanas de trabajo previo como garantía de una vuelta a la competición de la forma más segura posible.
El plan definitivo quedará fijado este lunes para el Málaga, que está a expensas de que un inspector de LaLiga supervise las instalaciones y el protocolo del club in situ antes de que todo arranque-. También, al igual que resto de clubes profesionales, debe esperar a que el laboratorio que trabaja para LaLiga inicie su propio protocolo para que los jugadores pasen las pruebas de COVID-19 previas al reinicio de la actividad. Ese es el andamio sobre el que se posará la primera fase establecida y, si todo marchara según el boceto inicial (los giros de guion han sido una constante en los últimos tiempos) los futbolistas deberían pasar dichas pruebas entre martes y jueves. El Málaga, por cierto, hace semanas aseguró tener sus instalaciones preparadas para volver a entrenar.
Se espera que los resultados de los análisis se conozcan 48 horas después de la realización de los mismos. De existir un positivo, éste sería apartado y puesto en cuarentena tal y como dicta el protocolo y, lógicamente, no podría volver a la actividad hasta que no dé negativo. Tebas, en este sentido, ya avisó que la actividad grupal no parará por este aspecto. Así, en el mejor de los casos, el Málaga podría iniciar la primera fase de trabajo individual a finales de la semana que comienza este lunes o principios de la siguiente. Para ello, el club se abastecerá de La Rosaleda y el Anexo.
Está por ver también cuál será la nómina definitiva de efectivos que aunará Sergio Pellicer y su cuerpo técnico para los entrenamientos. En total, LaLiga permitirá entre 25 y 30 por lo que el Málaga, que sólo cuenta con 18 hombres de la primera plantilla, tirará de un filial que hace tiempo sabe que tendrá que ponerse a disposición de los 'mayores'. Estará por ejemplo Julio, como él mismo confirmó a ElDesmarque, aunque Pellicer esperará a hacer balance para elaborar una lista definitiva. En total, contando jugadores y miembros necesarios (cuerpo técnico, médicos, fisios, prensa del club, etcétera) se permitirá un total de entre 50 y 65 efectivos.
LaLiga fue muy clara al señalar en su protocolo que quiere el menor número de personas posibles en esta primera fase en los entrenamientos. Se recomienda que no haya más de 12 jugadores a la vez en las instalaciones, que sus llegadas sean escalonadas y que lleguen con la ropa de entrenamiento ya puesta, para que así puedan bajar de sus vehículos y marchar directamente al campo. Se pide, además, que la distancia entre ellos sea al menos de cuatro metros, el doble de aislamiento social recomendado, y que continúen con el confinamiento en su domicilio. Las horas de entrenamiento están también por resolver, aunque en el BOE, en su actualización de este domingo, se rubricó que no hay restricciones en ese sentido para deportistas de élite e interés nacional.