Los cinco estadios que el Málaga visitará vacíos

Sin cánticos, sin pancartas, sin himnos a capela ni aplausos descontrolados. Sin la presión al rival ni los más exacerbados calentando el cogote. El fútbol se prepara en España para reiniciarse sin aquellos que lo mueven con su pasión domingo tras domingo. Los campos quedarán vacíos; los equipos, sin esa dosis extra de aliento. Raro, muy raro, como mostró la Bundesliga a su vuelta. Se acabó el conocido como 'factor campo' y, aunque en principio es algo que debe causar una anomalía mayor en el local, está por ver si la rareza no se distribuye a partes iguales. Cinco partidos tendrá el Málaga fuera de La Rosaleda de los 11 que disputará. Cinco campos muy diferentes y con un único denominador común: el silencio.

Heliodoro Rodríguez López (Tenerife), Anxo Carro (Lugo), Vallecas (Rayo Vallecano), El Molinón - Enrique Castro Quini (Sporting) y Juegos del Mediterráneo (Almería) serán los cinco escenarios a los que el Málaga le tocará rendir visita. De ellos, y si pensamos en un fútbol sin la maldita sombra del coronavirus encima, quizá sólo el campo gijonés tuviera sobre el papel un ambiente de los complicados de hacer frente. Sin ir más lejos, en su último compromiso disputado en casa (4-0 ante Las Palmas) el Sporting tuvo de cara el empuje de un total de 18.610 espectadores. De eso se librará el Málaga.

Luego está el caso del Tenerife, un equipo al que Rubén Baraja le cambió en buena parte la cara pero que durante la temporada ha mostrado cierta división entre un amplio sector de la afición y la directiva. Apenas 10.000 personas acudieron al último partido, por dar un dato. Después, el Anxo Carro, un estadio coqueto y añejo que no destaca precisamente por ambientes especialmente animosos. Grada muy cercana al campo, eso sí, que en esta ocasión no contará con aficionados lucenses en las primeras filas.

El asterisco de Vallecas y un Almería mirando a LaLiga Santander

A destacar, por último, el caso de un Rayo que viene y va en cuanto a disposición deportiva e institucional. Hay un lío morrocotudo actualmente, con los jugadores negándose a entrenar y su entrenador, Paco Jémez, lamentando la situación provocada por el ERTE. Saber qué hubiera ocurrido ambientalmente hablando en el barrio madrileño sería jugar a ser adivino. Por último aparece el Almería, que será la última salida del Málaga. Un equipo hecho para ascender por el jeque Turki Al-Sheikh y que para esas fechas se puede estar jugando una plaza en LaLiga Santander. También, ojalá, el Málaga podría aparecer en un estadio almeriense con los deberes hechos y quién sabe si mirando a otras cotas. Pase lo que pase, ese ambiente se lo quitará de encima.