Por ti, por todos tus compañeros y por ellos los primeros

Se juegan el Málaga CF y el Deportivo un buen trozo de la permanencia en La Rosaleda. Las sensaciones fugaces de este formato histriónico hacen pensar que los de Fernando Vázquez llegan mejor y casi de paseo, pero quien gane esta tarde con toda la flama dejará al otro muy tocado a falta de tres jornadas. Porque se trata de ganar, de sumar tres puntos. Los empates son sorbos demasiado cortos en la lucha por la permanencia, en parte porque lo que parecía una carrera de tortugas ha cogido vértigo. Lo positivo, como consuelo, es que son muchos los presuntos implicados.

“Cómo hemos cambiado”, cantaría Soledad Giménez. Porque Málaga y Dépor, que van para enemigos íntimos, peleaban anteayer por otra cosa. En un año han pasado del ático al sótano en un ascensor sin frenos. Y gracias a que Fernando Vázquez y Sergio Pellicer han tenido ‘efecto amortiguador’ para mantener cierta suspensión antes del tortazo con el suelo. Es la hora de dar un paso al frente y refrendar todo el trabajo de estos meses con un triunfo que espante de un pisotón a los fantasmas que aletean como moscas en Martiricos.

Es tiempo de hombres, de huevo, de raza, de sentimiento, de personalidad. No de excusas ni de lamentos, de la culpa es del otro, de frases postizas en Instagram, ni de lloros… Ya lloramos bastante hace un año. Ya hemos cubierto el cupo de lágrimas. Tenemos los ojos vacíos y un hartazgo importante que viene de muy atrás. Los futbolistas que están son los que están, porque quieren y porque pueden. Y esos son los que deben sacar adelante este partido y esta situación, porque no se olviden de una cosa: el fútbol es de los futbolistas para los aficionados.

¡Adelante, Málaga!

Posible once

Sólo 72 horas después de empatar contra el Albacete llega otro partido de máxima exigencia e importancia para el Málaga CF. Aparece en La Rosaleda el Deportivo de la Coruña, que se está jugando la vida al igual que los de Pellicer y que viene con la flecha hacia arriba -y dos puntos más que el Málaga- tras doblegar a base de golazos a un aspirante al ascenso como el Huesca. Con las fuerzas tocando ya a su fin en una recta final de tremenda tensión por lo que hay en juego, a Pellicer le toca volver a rearmar sus posibilidades para conformar un once en el que está obligado a buscar relevos a dos jugadores que forman parte de la coraza del equipo: Diego González y Keidi Bare.

Los dos sancionados, el primero por acumulación de amonestaciones y el segundo, otra vez, por una expulsión evitable por doble amarilla. Ya no se puede pelear contra ello y lo único que debe hacer Pellicer es encontrar soluciones, si bien parece más claro el sustituto en el caso del defensor. Entendiendo que la defensa se mantendría a excepción del chiclanero (es decir: Munir, Cifu, Juande, Lombán y Juankar), y viendo que Pellicer ha encontrado claramente su esquema de tres centrales y dos carrileros, Mikel Villanueva sería el elegido para completar el hueco que deja Diego en la zaga. El venezolano no es titular desde el duelo en Tenerife, cuando fue sustituido al descanso, precisamente por Diego González.

Ahora bien, la madre de todas las dudas es saber quién suplirá a Keidi Bare. Luis Muñoz, pese a que ha realizado los dos últimos entrenamientos y parece haber dejado atrás su lesión, sería el relevo natural pero quizá un choque de tanta exigencia le llegue demasiado pronto al canterano. Una posible recaída, de hecho, sería letal. Por ello la plaza de Keidi apuntaría a ser para Benkhemassa, que ha tenido minutos en los tres últimos encuentros. De ahí en adelante podría no haber modificaciones: Adrián, Juanpi, Tete y Sadiku completarían el once. En el banquillo quedarían, en lo que afecta a la faceta ofensiva, la velocidad de Hicham -buenos minutos ante el Albacete- y Renato, además de un Buenacasa que ha aportado cosas diferentes en los últimos partidos.