Armando Sadiku, pichichi del Málaga CF esta temporada, tiene un reto para los tres partidos que restan: llegar al menos a los 15 goles. 13 suma el albanés, que de lograr el objetivo que se ha propuesto se convertiría en el mejor goleador en un mismo curso desde que arrancara la década. Por delante, los 14 tantos que convirtieron Rondón (2010/11) y Sandro Ramírez (2016/17). "Espero marcar algún gol más en estos tres partidos que quedan, pero mi objetivo es ayudar al equipo a conseguir los máximos puntos posibles en estos tres encuentros. Como es normal me gustaría llegar a los 15 goles y voy a darlo todo en el campo para conseguirlo", dijo este viernes tras la vuelta al trabajo del equipo.
Definió el triunfo ante el Dépor como "muy importante" porque deja al equipo "cerca del objetivo" de la salvación. Una victoria que tuvo nuevamente sus cimientos en el gran ejercicio defensivo de todo el equipo. Comenzando por la presión de los jugadores de ataque como Sadiku: "Yo como delantero, el centro del campo y todo el equipo ayudamos en la defensa. El equipo lo necesitaba. Ahora que hemos ganado contra el Dépor esperamos seguir así".
Ahora, las cuentas dicen que el Málaga puede incluso certificar la salvación de forma matemática en Gijón en función de los resultados, aunque en el vestuario se centran en mirar sólo lo que está en su mano. "Nosotros miramos por nosotros y nos concentramos en ganar los partidos. Luego miramos a los demás. Si nosotros ganamos el objetivo está cumplido", señaló el ariete, que jugará por primera vez en El Molinón-Enrique Castro Quini: "Estamos preparando un partido muy duro, ellos son muy fuertes en casa. Nunca he jugado en ese estadio. Espero jugar bien y marcar para ayudar al equipo a conseguir tres puntos".