El Málaga CF cerró en Almería una de las temporadas más intensas que se recuerdan en Martiricos. Por todo; por lo deportivo, lo institucional y por el maldito coronavirus que trastocó la vida normal a nivel mundial. Es por ello que, salvación en el bolsillo incluida, a la entidad al completo le toca recomponerse mental y físicamente para encarar la 2020/21. Trabajo hay, y mucho, para conformar la plantilla con todos los asteriscos que aparecen en el horizonte. A expensas de conocer el grueso de altas y bajas -el mercado se abre el 4 de agosto-, lo que es seguro es que los que regresen lo harán con alrededor de tres semanas de vacaciones en el cuerpo.
Desde el club aún no se ha dado una fecha oficial, tampoco cómo se desarrollará la temporada y cuáles serán los emplazamientos elegidos. Pero sí que en el boceto está la idea de regresar para mediados de agosto, incluso antes. La próxima edición de LaLiga SmartBank está prevista que se inicie el 12 de septiembre, siempre y cuando no haya algún retraso a raíz de lo sucedido con los positivos por COVID-19 en el Fuenlabrada. El play off ha tenido que retrasarse en su fecha prevista y la temporada actual, por tanto, ha tenido que alargarse obligatoriamente para los equipos que aún luchan por el ascenso a LaLiga Santander.
Sin descartar esa posible variación, y contando que el campeonato comience en la fecha que estaba prevista inicialmente, el Málaga tendría apenas un mes desde su regreso a los entrenamientos hasta el inicio de la 2020/21. De momento, el trabajo será incansable en la dirección deportiva para que al equipo no le pille el toro en cuanto al dibujo de la próxima plantilla. El salario liga, que será casi tres veces inferior, será el gran caballo de batalla una vez más. No ha terminado aún la 19/20 y el Málaga ya piensa en la 20/21, aunque antes toca desconectar durante alrededor de tres semanas que sabrán a gloria a los jugadores.