El hotel del fútbol por excelencia en A Coruña ha sido el Meliá María Pita, edificio blanco y acristalado, imponente frente a la playa surfera de Orzán. Su recibidores y salones impregnan aroma balompédico y recuerdos por los cuatro costados. El Málaga paró históricamente en el María Pita, algo alejado de la plaza que porta el mismo nombre y junto a la que se encuentra, en la otra parte de la ciudad, el que posiblemente es a día de hoy el hotel con mayor atención mediática del momento: el NH Collection Finisterre (antes Hesperia Finisterre).
Su fachada, su entrada y sus ventanas ya se han hecho famosas en medio mundo. Todos están pendientes del edificio en el que sigue confinado el Fuenlabrada, entre ellos el malaguista José Rodríguez y el exblanquiazul Pablo Clavería. También Chico Flores, cuya imagen entrando al recinto tras volver del hospital supuso un fuerte impacto y a la vez golpe de realidad para todos. El caso es el que el Hotel NH Finisterre, único cinco estrellas de la capital coruñesa y en el que se quedaron todos los equipos que jugaron en Riazor tras el parón al gestionarlo LaLiga, se ha hecho famoso y es el perejil de todas las salsas.
El Málaga, como decimos, ha solido hospedarse normalmente en el María Pita, pero también ha pernoctado en el Finisterre y conoce sus paredes. En concreto paró en dos ocasiones, la primera de ellas en la etapa de opulencia, al año de la Champions. Fue el primer partido de 2013, un 4 de enero, y el conjunto blanquiazul fiel a su tradición cayó por 1-0 en Riazor. El otro precedente data de abril de 2018, cuando el equipo entrenado por José González perdió por 3-2. Ambos equipos, Dépor y Málaga, bajarían poco después a LaLiga SmartBank.