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Iván Rodríguez vende la marca Málaga: "Es una plaza increíble para cualquiera"

D.M.

Iván Rodríguez pasa las vacaciones en Málaga tras completar la segunda vuelta del campeonato como cedido en la Ponferradina. El club blanquiazul tiene hasta el 8 de agosto para saber si quiere y puede inscribirlo cara al curso que viene. En el caso contrario, Iván pasará a partir de entonces a formar parte en propiedad del equipo berciano. El lateral de Alameda señala que en cualquiera de los dos destinos estará a gusto y se pone en manos del club, aunque no esconde la pasión por el equipo de su tierra: “El Málaga es una plaza increíble para cualquiera”.

Iván conoce el paño, porque lo ha mamado y lo ha sufrido. Por eso, sabe que a pesar de las restricciones económicas que imponga LaLiga, “lo que te da el Málaga es la masa social, el estadio y la afición. Cualquier jugador que venga aquí se va a partir la cara por el escudo. Al final eso es lo que hace que estés más arriba de la cuenta, eso otros clubes no lo tienen”, explicó Iván en una entrevista en Ser Málaga, reconociendo que ahora “por lo que sé, están haciendo las cosas bastante bien, intentando sanear al club de la mejor de las maneras”.

Iván fue uno de los damnificados por la mala gestión global del mercado de fichajes del verano pasado. Se quedó sin ficha, y luego pudo reencontrarse jugando con la Ponferradida en Segunda, e incluso marcando su primer gol como profesional. Meses después de su frustración por no poder competir con el Málaga, ha recordado cómo lo vivió: “Muy jodido. Tienes la ilusión de empezar la temporada nueva, te hacen ficha del primer equipo, te ves con el ‘2’ en la espalda, el número que siempre has querido... Y es una desilusión muy grande, te ves seis meses sin opción a nada. Ya está todo pasado. no guardo rencor, al revés, lo que quiero es volver a jugar”.

Iván Rodríguez, en el Mirandés-Ponferradina.

No quiso encontrar responsables, prefiere pasar página: “No sé quién falló en ese momento. Sí, tenía opciones de salir, obviamente, pero ellos contaban conmigo. Quizá fue culpa mía por las ganas que tenía de quedarme aquí. Fueron pasando los días y no se aclaró mi salida en los últimos días de mercado y pasó lo que todos sabemos”. Y finalizó: “Ves La Rosaleda llena, con los jugadores jugando y que tú no tienes aspiraciones en el día a día... Eso es inexplicable”.

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