No es precisamente el Málaga CF el equipo que más goles marca, pero sí el que mejor los aprovecha. Cinco dianas -repartidas entre Ramón, Cristian Rodríguez, Chavarría, Caye y Juande- que han significado los 13 puntos que el equipo acumula ahora mismo en la clasificación, a la cual hay que mirar (por suerte) en su parte alta para encontrar al equipo de Pellicer. Un Málaga que, en resumen, gana siempre que marca. En sus dos derrotas, en Tenerife y Vallecas, se quedó a cero; al igual que en el empate sin goles frente a Las Palmas. En el resto de encuentros vio puerta y cayeron los tres puntos.
Un ejercicio evidente de optimización de los tantos. También de saber congeniarlo con el trabajo defensivo, porque en tres de las cuatro victorias la portería se quedó sin batir. Con más o menos sufrimiento, porque quizá sólo ante el Alcorcón el marcador final no estuvo en riesgo, pero siempre hace falta tener parte de los santos de cara para convertirse en un equipo ganador. En los dos últimos encuentros, tanto el Zaragoza como el Sporting de Gijón obligaron al Málaga a una dosis extra de exigencia defensiva en los últimos minutos. Algo que curte, que enseña lo que cuesta ganar en esta categoría para el que no lo supiera.
Cinco goles y 13 puntos en 17 disparos entre los tres palos, según datos de SofaScore. O lo que es lo mismo, el Málaga marca cada poco más de tres remates a puerta. No está mal para un equipo que no ha destacado precisamente por formular un gran número de ocasiones, ni en el tramo final del curso anterior ni en el inicio del presente, pero que ahora está logrando sacar mucho más partido de las opciones que se le plantean en ataque. Todo va a más, los automatismos cada vez son más evidentes, como el estilo. Un sello que permite ver arriba al Málaga, al que la ecuación si marca siempre le sale a ganar.