Tendrá que rebuscar Juande en su memoria para encontrar un partido en el que fuera tan protagonista como en el de este sábado. Estuvo en todas las fotos el canterano, más en el plano negativo que en el positivo, lamentablemente. Porque su actuación estuvo lejos del aroma a mariscal que ha dejado en otras ocasiones, aunque en su descargo hay que decir que esta vez su nueva posición en el campo no le benefició en nada. Con Calero como alma libre en la izquierda, más pendiente de sorprender en ataque que de otra cosa, al cordobés le tocó ser casi más lateral que central, a pie cambiado y viniendo de jugar como tercer central por la derecha. Demasiado movimiento.
La seguridad que caracterizó a Juande desde que debutó con el primer equipo se ha esfumado últimamente. Está más dubitativo. Impreciso al corte, posiblemente su mejor registro defensivo. Para colmo de males, rebasada la media hora ante el Leganés enlazó una serie de malas decisiones. Primero, midiendo mal en el preciso y precioso pase de Rubén Pardo. Segundo, tardando en anticiparse a Bustinza. Y por último, en la acción más desafortunada, metiendo el pie para impulsar el balón hacia su meta. Segundo gol en propia portería de la temporada para él después del de Vallecas. Antes del descanso, y de nuevo con Bustinza en la ecuación, protagonismo para Juande. Un balón dividido terminó en un patadón abajo del 'pepinero'. Una entrada brusca que acabó siendo una amarilla casi anaranjada.
La segunda parte también fue una montaña rusa para él. Empezando por el quite del perdón en forma de gol, ahora sí, en la portería correcta. Un cabezazo inapelable tras un servicio de Yanis a balón parado. Rabia en el festejo para el único jugador, además de Chavarría, que suma más de un tanto esta temporada con la camiseta blanquiazul. Sin embargo, la felicidad volvió a tornarse en decepción apenas ocho minutos después. El cordobés pisó el pie de Arnaiz en una jugada en la que el peligro se había evaporado y el colegiado, tras ser alertado por el VAR, señaló penalti. Pena máxima, gol y amarilla para Juande, que se convierte en el primer apercibido de sanción este curso. Con tanto trajín, y en busca de algo diferente, Pellicer decidió sustituirle para impedir, posiblemente, un último capítulo negativo en forma de expulsión.