Mamadou Sylla será la gran amenaza del Girona este martes en Montilivi. Con Stuani y Nahuel Bustos lesionados, el ariete senegalés con pasaporte español se ha erigido como máximo goleador del equipo de Francisco pese a que llegó hace poco más de un mes con el mercado ya cerrado. Los aficionados blanquiazules que siguen la actualidad del Málaga sabrán que Sylla sonó con fundamento para reforzar el ataque malaguista. De hecho, hubo documentos redactados y la entidad de Martiricos mantuvo vivas las negociaciones hasta el final del mercado, pero la limitación con las fichas y las carencias en las bandas hicieron que al final el elegido fuera Joaquín Muñoz.
El acuerdo con Sylla llegó a tocarse con las manos en la tercera semana de septiembre a expensas de la ejecución definitiva del ERE. Sin embargo, se puso a tiro Pablo Chavarría, opción perseguida por el club en los últimos años y que se concretó con celeridad. Pese a que Sylla y Chavarría no eran incompatibles por la versatilidad de ambos para caer a banda y jugar en otras posiciones, sí que es verdad que el Málaga, que ya había fichado a Orlando Sá y a Caye Quintana, tenía otras carencias que paliar: un segundo portero (Juan Soriano), las bandas (Jairo y Joaquín), el cuarto central (Josua Mejías) y la renovación cerrada de Luis Muñoz. Las fluctuaciones de un mercado que ha sido complejísimo a todos los niveles y que se ha saldado con la mejor nota posible marcaron el ritmo y la toma de decisiones.
Sylla, muy del agrado de Sergio Pellicer, quedó entonces en un segundo plano pero con unas negociaciones abiertas. Mantenía contrato con el Gent, donde no contaba, pero su rescisión estaba accesible para cuando surgiera la oportunidad. No llegó en Martiricos, aunque nunca salió de las quinielas para la cotizada ficha 18ª, en las que también estuvieron Antoñín, Cristo González y el propio Joaquín Muñoz. Así, con el plazo cerrado, surgió la opción del Girona, club que hizo oficial su contratación como agente libre por dos temporadas el 9 de octubre. Dos días después estaba debutando y marcando el gol del triunfo en Butarque (vídeo inferior).
Hasta la fecha ha disputado nueve partidos (siete como titular), y ha anotado cuatro goles y dado dos asistencias. Sylla, de 26 años y 1,84 metros se formó en La Masia y en el Espanyol, con cuyo primer equipo llegó a disputar 17 partidos oficiales. Tiene además experiencia en el fútbol belga y ruso. El senegalés es el futbolista que más computa en el Girona, y vuelve además al equipo tras cumplir sanción el pasado viernes por su expulsión en Mallorca. Será la amenaza en Montilivi.