El Estadio Municipal de los Juegos Mediterráneos vuelve a ser una línea de meta volante para un canterano del Málaga CF. Si el año pasado lo fue para Juande, que no acabó jugando el último partido de Liga pero que amplió y cambió su condición a profesional semanas después, en esta ocasión es el turno de Ramón. El centrocampista blanquiazul, la nueva joya de La Academia, renovará automáticamente hasta 2024 su juega al menos 45 minutos en Almería este domingo. Así lo estipula una cláusula de su último contrato, que tenía en 2022 su fecha de caducidad.
La meta volante, que en el argot ciclista se refiere a cada una de las metas provisionales en la que se divide una carrera, estaba estipulada en 15 partidos con el primer equipo, contando aquellos encuentros en los que Ramón jugara 45 minutos o más. El curso pasado, el de su debut, Ramón sumó dos partidos computables, pero ha sido en esta temporada cuando el joven futbolista de 19 años ha encontrado continuidad y confianza en su juego, sumando otros 12 encuentros en las condiciones referidas. De este modo, y como apuntó Radio Marca, el jugador está a tiro de extender su vínculo dos años más de manera automática si alcanza el Almería los 45 minutos.
Paralelamente a esta cláusula, el Málaga ha querido premiar su evolución con una mejora que aún no se ha concretado
Paralelamente a esta cláusula, el club ha querido premiar su gran evolución con una mejora salarial, aumento de cláusula y diferentes ventajas. Las negociaciones están en marcha desde hace algún tiempo, pero aún no han alcanzado un buen término, por lo que, de momento, el futbolista prolongará su vínculo por la vía contractual a la espera de nuevos acontecimientos y del desarrollo de dichas conversaciones. Es una situación parecida a la que ocurrió meses atrás con Ismael Casas, uña y carne con Ramón, y que renovó en el pasado mes de julio hasta 2023 únicamente por partidos.
Ambos, junto a Juande, Larrubia, Quintana y algunos más, son señalados como ejemplos de canteranos modelos desde el seno del club blanquiazul, que estima su implicación y sentimiento de pertenencia a una entidad en la que están dando sus primeros pasos en el fútbol profesional. Uno de los pilares del nuevo Málaga es cuidar su cantera, blindando a sus activos en la medida de sus posibilidades y evitando ‘fugas’ indeseadas a corto y medio plazo.