El Málaga CF se ha llevado un duro golpe al confirmarse los peores presagios con Iván Calero, lesionado de gravedad en Almería y que se perderá el resto de la temporada. Un jugador multiusos para Pellicer, que se ha adaptado a varias posiciones esta temporada y que incluso logró marcar un gol en el triunfo en Sabadell. Ahora, al club blanquiazul se le abre la posibilidad de fichar antes de que se abra el mercado de invierno (el próximo 4 de enero) siempre y cuando dé la baja federativa a Calero (el jugador debe dar su aprobación) y quede disponible esa ficha. Cabe recordar que el Málaga está sancionado por LaLiga y sólo se le permitió inscribir 18 fichas profesionales, circunstancia que sigue vigente. Por tanto, siempre y cuando el posible refuerzo se adecúe a los márgenes salariales permitidos, el Málaga podrá fichar antes de que el mercado invernal se abra. Aunque, en ese caso, única y exclusivamente a un futbolista que se encuentre sin equipo.
Llegado este punto posiblemente el lector se acuerde del caso de Braithwaite el curso pasado o, en clave blanquiazul, la marcha de Antoñín al Granada. Ambas transacciones llegaron fuera de las dos ventanas del mercado, por lesiones de larga duración y sin que Leganés ni Málaga tuvieran la posibilidad de menguar los efectos de esas pérdidas con un fichaje. Esa opción ya no existe, los clubes no pueden suplir a un lesionado de gravedad firmando a un futbolista con contrato en otro club. Todo después de que la RFEF, en su nuevo Reglamento General que dio a conocer el pasado mes de septiembre, suprimiera el punto tres del artículo 124 que permitía hasta entonces a los clubes fichar sin restricciones cuando un futbolista causaba baja por una lesión que llevara consigo "un periodo de inactividad superior a cinco meses". Por tanto, se puede abrir el debate sobre la conveniencia o no de apostar por un jugador sin equipo o, teniendo en cuenta la cercanía del mercado invernal y de que sólo faltan dos partidos hasta entonces, esperar a dicho mercado para tener la opción de negociar por el traspaso o la cesión de un jugador con contrato en vigor asumiendo esa ficha libre que deja Calero.
El runrún generado sobre todo por el 'Caso Braithwaite', por el que el Barça pagó su cláusula dejando al Leganés sin su máximo goleador, llevó a la RFEF a eliminar este punto de su normativa, un paso que fue avalado posteriormente por el CSD. LaLiga trató de que se incluyera la posibilidad de firmar a jugadores de otros equipos siempre y cuando los clubes llegaran a un acuerdo, sin cláusulas de rescisión de por medio, pero su petición no fue aprobada. El Málaga, por ejemplo, ya utilizó ese resquicio con Juankar en 2017 cuando el de Boadilla cayó lesionado de gravedad en su rodilla derecha. El Málaga acudió al mercado y afrontó la contratación de Ignasi Miquel, que dejó el Lugo para fichar por el cuadro costasoleño.
Así pues, la opción de un futbolista en paro es la única que el Málaga tiene para reforzar su plantilla y suplir la ausencia prolongada de Iván Calero hasta la apertura del mercado invernal. En este sentido cabe recordar que desde hace meses Aarón Ñíguez entrena diariamente con la primera plantilla blanquiazul y que días atrás dijo abiertamente que quería ser una opción para el Málaga en el mercado invernal siempre y cuando se dieran los acontecimientos oportunos. No obstante, parece muy poco probable la opción de inscribir al ilicitano ya que dejaría 'coja' la posición de lateral derecho, que cuenta con Ismael Casas o la posibilidad de readaptar a otro jugador como ocurrió en Fuenlabrada con Josua Mejías. El canterano Ale Benítez también ha tenido minutos esta temporada, aunque siempre manejando con tacto el manido asunto de las fichas no profesionales.