El Málaga se lleva el sol a O Vao

Un lustro después el Málaga CF fue capaz de romper el maleficio copero y superar la primera eliminatoria. No era tarea fácil pese a la diferencia de categoría con el Coruxo, pero los de Pellicer sacaron su gen competitivo en una sobremesa en la que se coló el barro y el fútbol de otras épocas que rezumó O Vao. En su césped embarrado el Málaga se remangó desde el primer minuto y aprovechó su mayor talento para vencer (0-4) en un partido de bautismos y una confirmación. Se estrenaron como goleadores Orlando Sá y también Juan Cruz, sentenciaron Yanis y Caye y quedó confirmado que este Málaga lo que promete, lo cumple. Pellicer quería sol y sol tuvo. Lo peor del día, las lesiones de Hicham y Matos.

Con un once reconocible, en el que se coló por primera vez el trabuqueño Quintana, el Málaga se olvidó del ralentí y decidió ir con la mayor marcha posible desde el arranque. Sólo así se acaba con el ímpetu y la fiesta de un humilde que busca dar la sorpresa. Meterle colmillo al asunto fue el mejor camino para sobreponerse a todas las excusas que otros hubieran buscado. El campo, horrible, lo fue para los dos equipos. Avisó Cristian Rodríguez al inicio con dos disparos lejanos, antes de que en el 18' le pusiera a Orlando Sá un 'caramelo' en forma de asistencia. Metió la punterita el portugués, que no paró de pelearse con los centrales del Coruxo en todo el partido y que por fin abrió su lata particular.

El tanto anestesió al Coruxo, Hicham cayó lesionado tras un disparo pifiado y la primera parte acabó con achuchones locales y buenas hechuras defensivas del Málaga. Lo más peligroso, de hecho, fue un desvío de Ale Benítez que casi coló en su portería. Mateo, en la última de la primera parte, apuntó muy arriba en una acción por diestra que tenía cierto peligro. El descanso dejó paso a un Coruxo que, sin nada que perder, quiso venirse arriba en busca de un empate rápido. El campo comenzó a convertirse en un patatal, sobre todo la banda más alejada de los banquillos. Por suerte, el Málaga reventó el resquicio de fe que creía haber encontrado el Coruxo.

Lo hizo Juan Cruz, que en una presión en solitario aprovechó el mal servicio de Aspas para encarar a Amigo, regatearle en velocidad y definir a puerta vacía. Ahí sí el mazazo fue definitivo para el Coruxo. Aspas quiso reconciliarse consigo mismo y disparó contra el poste cuando tenía a un compañero esperando el pase de la muerte. Esa pizca de fortuna que siempre hace falta también llegó en Coruxo. No se metió el Coruxo ahí en el encuentro y Yanis, uno de esos futbolistas que no distingue la Champions de un amistoso cuando se calza las botas, anotó el tercero definiendo con calidad tras un buen pase de Juan Cruz. Cerró la fiesta Caye a la contra después de una jugada fantástica de Julio. La Copa dejó una alegría en O Vao, ya tocaba.