El último partido de Copa en O Vao acabó casi sin luz, con nueve goles y lío: "El árbitro nos masacró"

En O Vao pasaron cosas, y muchas, en el último partido de Copa del Rey que se disputó en la casa del rival de este miércoles del Málaga CF. En el que fue el estreno de las eliminatorias a partido único la temporada pasada, Coruxo y Mirandés regalaron un espectáculo de goles (4-5) en un encuentro que terminó decidiéndose en la prórroga y casi a oscuras porque los focos que entonces tenía el campo de O Vao prácticamente no iluminaban. Lo tenía en su mano el Coruxo, que jugó el tiempo extra con nueve futbolistas y que terminó enfadadísimo con el colegiado de la contienda, López Toca, que días antes había suspendido el Rayo-Albacete por los cánticos contra Zozulia.

El partido llegó al descanso con 2-2, llegando esos cuatro goles en los primeros 20 minutos. Encuentro agitado, de continuas llegadas a ambas porterías. Puso el 2-3 el Mirandés, pero el Coruxo dio la vuelta al luminoso y entró en el descuento con un 4-3 que parecía definitivo. Pero, en el minuto 92, fue señalado un controvertido penalti (ver vídeo inferior) en favor del equipo entonces dirigido por Andoni Iraola. "Soy claro, el Mirandés pasó gracias al árbitro", fueron las palabras del preparador del Coruxo, Míchel Alonso, tras el partido. Álvaro Rey empató, dos jugadores del Coruxo se fueron a la calle por protestar y, en los últimos compases de la prórroga y tras aguantar heroicamente con dos menos, el Coruxo cedió por un gol de Merquelanz que clasificó al Mirandés.

El enfado fue morrocotudo, tanto que la cuenta oficial de Twitter del Coruxo fue explícita en sus comentarios contra la actuación arbitral. "Un árbitro no se puede inventar un penalti en el minuto 92", "daña la credibilidad del fútbol", "escándalo en O Vao", "el árbitro nos masacró" o "el árbitro esta noche puede que la conciencia no le deje dormir" fueron algunos de los tuits que se pudieron leer en una noche de mal recuerdo para el Coruxo. Una temporada después, buscará su venganza particular en el mismo lugar de los hechos.