Nada más pisar suelo costasoleño Alexander González ya habló como el malaguista que va a ser, a expensas de pasar el pertinente reconocimiento médico y firmar su contrato. El venezolano llegó motivado para empezar a trabajar, a poder ser desde este mismo lunes en la vuelta a los entrenamientos del Málaga. Delante del lateral, una gran oportunidad para cambiar el paso tras una aciaga aventura en Rumanía. "Tenía muy claro que de volver a la Segunda División de España tenía que ser un club grande. Por eso estoy aquí, porque lo más grande que tiene la Segunda es el Málaga entre otros clubes", señaló.
Declaró estar "100% a disposición" de Pellicer para "poder entrenar" y adaptarse "lo más rápido posible" a la ciudad: "Quiero estabilidad para mis dos niños. Mañana tendré que pasar reconocimiento médico a la espera de estar con el grupo y entrenar al 100%". En este sentido, recordó que pasó "un año en Elche, un año en Mirandés, ascendí con el Huesca y no me ofrecieron renovar". Ahora, espera "estar aquí en Málaga por mucho tiempo como hicieron muchos de mis colegas y poner a este club en Primera".
"Nosotros somos un grupo muy unido que queremos clasificarnos para el Mundial. Apenas supieron la posibilidad de venir aquí se pusieron en contacto conmigo diciéndome que es una ciudad espectacular, algo que ya conocía. Espero aportar un granito de arena más para lo que vienen haciendo los chicos", dijo Alexander cuando le preguntaron si se había puesto en contacto con otros jugadores venezolanos que pasaron por el Málaga. Al final del curso, una Copa América en la que de momento no quiere pensar: "Lo primero que nada tengo que pensar en adaptarme, ayudar al Málaga y a partir de ahí lo que venga bienvenido sea".