El Málaga CF se guardó para última hora un regalo para todo el malaguismo en forma de clasificación en la Copa, que esta temporada está reiniciándose con las alegrías que otros años se estamparon por el camino. Motivos para la felicidad había en el vestuario, aunque posiblemente dos son los futbolistas que no olvidarán este partido durante mucho tiempo: Alexander González y Haitam Abaida. Dos debutantes, tan distintos uno del otro. La experiencia al servicio de Pellicer y la insultante juventud de un juvenil. Se zamparon los minutos de la verdad (Alexander, de hecho, jugó todo) y demostraron al técnico de Nules que no se equivocó apostando por ellos.
Nos paramos en primer lugar en Alexander González, que pese a jugar a pie cambiado y hacerlo tras varias semanas sin competir, no sólo no notó las trabas sino que fue de lo más destacado del partido. Puede que el mejor. Demostró temperamento, hechuras solventes en defensa y una facilidad pasmosa para sumarse al ataque. También tiró de toque de balón en un par de cambios de orientación muy interesantes y en ningún momento se le vio falto de físico pese al contexto de jugar 120 minutos. Coronó su actuación asomándose a última hora a la frontal y soltando un derechazo que Femenías repelió como buenamente pudo para que Chavarría amarrara la clasificación a bocajarro. Alexander, movimiento rápido y atento de la dirección deportiva del Málaga, le puso las orejas tiesas a un Ismael Casas -también Matos o Cristo visto lo visto- que ya siente la sana competencia bien cerca.
Por cocerse aún está Haitam, que dio un mordisco más a una temporada que está siendo suprema para él. Renovado por el Málaga, que sabe que tiene entre manos una joya que la rompió con su país recientemente logrando la clasificación para la Copa África sub 20. Pellicer le ha premiado últimamente sumándole a los entrenamientos y en la Copa le dio 38 minutos de juego. Significativo fue la imagen del cambio, fue Larrubia el que le dio la alternativa. Juvenil por juvenil, una definición de este Málaga. El canterano hizo lo que tenía que hacer: comerse el césped, no perder la posición y, poco a poco, echarle cara al partido. Firmó una ocasión con un disparo de zurda y nunca desentonó. Otro producto más de la inabarcable factoría de La Academia.
En sala de prensa Sergio Pellicer reconoció que Alexander jugó "en una posición diferente" pero que lo hizo "a un gran nivel". "Es un recién llegado, pero ha mostrado sus condiciones y va a ir a más". De Haitam, con el que se mostró cariñoso antes de que saltara al verde, dijo: "Es un jugador que que tiene desparpajo, tiene ese talento de los chicos de La Academia y al final ha tenido su premio. Ha partido en un contexto de partido complicado, enfrentándose a jugadores de primer nivel y ha estado muy bien. Les damos oportunidades porque se lo merecen".