El parón que sufrió LaLiga SmartBank para que se disputara la ronda de dieciseisavos de la Copa del Rey, la última que disputó el Málaga CF esta campaña, ha dividido la categoría de plata entre aquellos equipos que han tenido que rendir cuentas con el torneo copero, como ocurrió con la tropa de Pellicer, y otros conjuntos que han dispuesto de alrededor de tres semanas para preparar el siguiente compromiso liguero. Ese es el caso de la Ponferradina, rival este sábado del conjunto blanquiazul y que aterrizará este sábado en La Rosaleda tras una particular pretemporada en mitad de enero.
El cuadro de Jon Pérez Bolo, que entrenó este martes con el césped nevado y un ambiente gélido, disputó su último partido liguero (ver vídeo superior) el pasado lunes 11 de enero ante el Girona. Hasta este sábado, día del duelo ante el Málaga, habrán transcurrido exactamente 12 días en los que el conjunto del Bierzo ha tenido tiempo de preparar de forma pormenorizada y midiendo cargas y procesos de recuperación el primer encuentro de la segunda vuelta. Un visitante peligroso que llegará a La Rosaleda con más descanso, sí, pero alejado del ritmo competitivo que sí traerá en las piernas el Málaga.
Los 90 minutos de La Rosaleda dirán si en esta ocasión primarán los más de 20 días de preparación o el no haber desconectado de la competición y, además, plantar batalla a todo un equipo europeo como hizo el Málaga. Aún quedan días para que tanto Bolo como Pellicer apuntalen su plan de trabajo de cara un partido para el que el técnico de Nules recupera a Benkhemassa y para el que todavía tiene a tres futbolistas en la enfermería: Matos, Hicham y Julio.
¡Seguimos con la puesta a punto para el partido ante el @MalagaCF!#Adelanteyarriba#VamosDeportiva pic.twitter.com/UhVzOKMDmG
— SD Ponferradina SAD (@SDP_1922) January 19, 2021
Rápidos de reflejos. Gracias.
Del 11 al 23 me salen 12 días, y a vosotros?
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