El Málaga volvió a doblegar la curva. La de la sonrisa y quién sabe si la de la dinámica. Ojalá. La tendencia lo dirá, pero está claro que en Alcorcón se ha puesto la primera piedra cortando la racha de seis partidos sin ganar. En un partido de pierna dura, imprecisiones y sólo un disparo a puerta entre los dos equipos, fue el conjunto blanquiazul el que se llevó el gato al agua haciendo diana en ese único disparo. Chavarría llevó al éxtasis al equipo, y tanto en la celebración como minutos después con el pitido final, el Málaga se hizo una piña. Sí, otra vez en Madrid. Como en el último triunfo en Fuenlabrada.
Fue Escassi, que no podrá jugar contra el Zaragoza, el que llamó uno a uno a los jugadores para hacer un círculo. Allí que se fundieron todos, cimentando el triunfo a nivel de grupo. Una victoria importante que vuelve a llegar lejos de casa. Se dejó la portería a cero, se ganó después de dos meses, Chavarría rompió su sequía… Había motivos para celebrar y encarar una nueva semana limpia con tres puntos en el zurrón.
El propio Pellicer, que después evidenció en rueda de prensa molestia por la “exigencia” a jugadores y cuerpo técnico y por una “espiral negativa en el entorno”, estaba exultante y sobre el césped fue felicitando uno a uno a los jugadores.