El Extremadura UD, club propietario hasta 2023 del jugador del Málaga CF Cristian Rodríguez, está en horas muy bajas. El equipo de Almendralejo bajó a Segunda División B el pasado curso, opción que permitió el préstamo del centrocampista jerezano, actualmente lesionado. Un acuerdo que incluía una opción de compra (derecho de tanteo). El jugador se muestra “encantado” en Martiricos, pero se plegaba recientemente a su club propietario ante una hipotética continuidad a partir del verano que viene. La situación puede despejarse ahora, pues la primera plantilla del Extremadura y su cuerpo técnico han emitido un crudo comunicado a través de AFE en el que denuncian la grave situación económica de la entidad y alertan del “evidente riesgo de liquidación del club y las consiguientes sanciones federativas que pueda acarrear dicho desenlace”. Cristian quedaría liberado en tal caso, aunque igualmente es poco probable que el Extremadura pueda mantener su salario en Segunda B.
Así, entre otros asuntos, la plantilla expone en su comunicado reuniones baldías con las directivas que han asumido esta temporada los mandos, primero la de Manuel Franganillo y luego la del serbio Zoran Vekic, el agente que llevó a Josemi al Liverpool. Vekic desembarcó en el Extremadura semanas atrás junto a un grupo gestor y no ha aportado soluciones aparentes hasta la fecha. En el escrito, jugadores y técnicos hablan además de una situación “insostenible”. “Hemos dado mucho margen al club, hemos tenido mucha paciencia, pero ha llegado un momento en el que no podemos esperar más para ver solucionados nuestros problemas”, explican los profesionales, que ocupan actualmente la cuarta plaza del subgrupo B del Grupo IV de Segunda B.
“Hemos tenido que ver cómo compañeros se quedaron sin ficha, hemos entrenado en campos sin hierba, jugadores han tenido que pagar de su bolsillo pruebas médicas, hemos afrontado partidos con solo 12 profesionales, hay compañeros que se han visto obligados a pedir dinero a otros para comer y cubrir sus necesidades más básicas, y un largo etcétera de problemas que impiden el normal funcionamiento de un club de fútbol profesional. Por otro lado, el club no ha podido contratar jugadores porque tiene más de 17 denuncias por impagos de la temporada pasada. No sabemos dónde está el dinero de la ayuda del descenso, que debería haber servido para dar estabilidad al club esta temporada. Es algo que no entendemos”, reza contundente uno de los diez puntos del comunicado y que retrata la difícil realidad del Extremadura tras una gestión que no ha podido amortiguar un descenso en plena pandemia.