La durísima noticia del fallecimiento de Francesc Arnau a los 46 años ha dejado un gran vacío en el fútbol español. Portada de grandes medios, la repentina muerte del exguardameta ha provocado una riada de mensajes de condolencias de clubes, jugadores, exjugadores o aficionados. En el recuerdo, casi tres décadas vinculado al fútbol profesional de varias formas. En la portería, donde defendió las camisetas del FC Barcelona en distintos escalafones y la del Málaga CF. También en los despachos, trabajando con la cantera blanquiazul y como director deportivo tanto del Málaga como del Oviedo, donde tuvo su última experiencia profesional. En la Costa del Sol permaneció 16 de esos años, lo fue prácticamente todo en esos más de tres lustros. Un malagueño de adopción.
Arnau se formó en las categorías inferiores del Barcelona, donde destacó. De hecho fue elegido MVP de un Europeo sub 21, convirtiéndose en el único guardameta de la historia junto al checo Cech en lograrlo. No terminó de afianzarse en el primer equipo azulgrana y en el año 2001 firmó por el Málaga previo pago de alrededor de dos millones de euros. Como jugador estuvo 11 años, retirándose en 2011 tras una temporada en la que el Málaga cosechó la salvación con Pellegrini al mando. En total, disputó 140 encuentros oficiales, siendo el quinto portero de la historia del club con más partidos, empatado con Burgueña. Estuvo en el equipo que alcanzó los cuartos de la UEFA, vivió un descenso y un ascenso y fue capitán en sus últimas campañas como jugador. Justamente ayer, 21 de mayo, se cumplieron 10 años de su retirada.
Arnau siguió vinculado al club, su estancia una vez retirado se prolongó varios años más. En primer lugar formó tándem con el añorado Manel Casanova y fue adjunto a la dirección de La Academia. Fueron años en los que la cantera se estimuló de forma notoria, tanto por inversión en futbolistas como por los jóvenes talentos locales que fueron saliendo de las categorías inferiores. En 2015, y después de la destitución de Mario Armando Husillos, el jeque apostó por Arnau como director deportivo. Estuvo 22 meses en el cargo, pero el deterioro en su relación cono el jeque terminó con el despido de Arnau y la contratación nuevamente de Husillos.