Cuando el Málaga CF juega en casa, la historia siempre es otra. Peleó, sufrió y se mereció los tres puntos que le ganó al Lugo en un encuentro que se hizo largo, pero que La Rosaleda disfrutó con la alegría que da una victoria. Se gusta el equipo de José Alberto cuando está con su gente y lo sigue demostrando a base de resultados.
El juego dominador del Málaga en los primeros minutos de choque no se traducían en oportunidades de gol y de hecho fue el cuadro rojiblanco el que disfrutó de más ocasiones, aprovechando también despistes defensivos del cuadro local.
En el minuto 13, Sekou vio una cartulina amarilla, quizá demasiado rigurosa, que condicionó el resto de su desarrollo en el partido. Y también provocó que la afición, que ya venía enfadada del encuentro en El Alcoraz, se terminara de calentar.
Antoñín estuvo sorprendentemente avispado, dejando destellos de su calidad de antaño y arrancando incluso aplausos de los aficionados presentes en La Rosaleda.
Cuando el encuentro parecía que iba a irse al descanso con el empate a nada en el marcador, llegó el remate de tapado de Genaro, al que el fútbol le devolvía lo que le quitó en Huesca, y subía el primer tanto blanquiazul al luminoso. Un magnífico centro de Víctor Gómez suponía la mitad del gol. La celebración, bien cerquita de los aficionados, bajo una grada de animación que en la previa ya había mostrado su malestar con el arbitraje con una pancarta que rezaba: "¿Al sancionador quién lo sanciona?".
La mala noticia de esta primera mitad con más luces que sombras llegó con la lesión de Sekou, que tuvo que marcharse con molestias a escasos segundos del descanso. José Alberto López dio entrada a Brandon en su lugar.
Al Málaga le tocaba aprovechar la ventaja y salir muy concentrado en la segunda mitad para tratar de rematar el partido cuanto antes, algo que estuvo a punto de conseguir Víctor con un precioso disparo cruzado que atajó, rozando la pelota, Vieites.
Y ni los tres cambios de una tajada en el Lugo influyeron en el estilo de juego malaguista, un equipo que se estaba gustando y que estaba cómodo. Incluso Antoñín tuvo una ocasión de gol en sus botas, aunque su disparo lo repelió el meta visitante y el rechace lo recogió Jozabed, que lo echó directamente fuera.
La entrada de Kevin por el propio Antoñín dio un nuevo aire al Málaga. El joven atacante llegó a tener una de las ocasiones más claras de toda la segunda mitad.
Buscaba el segundo gol el cuadro malaguista, con el partido medianamente controlado y con la clara intención de no permitirse perder dos puntos tan importantes ante un rival directo como el Lugo. El sufrimiento no llegó hasta el tiempo de descuento, cuatro minutos que se hicieron eternos y en los que Dani Martín tuvo que hacer la parada del partido para impedir que llegara el empate. Pero la alegría se respiraba en La Rosaleda, que veía aliviada cómo su equipo volvía a sumar tres puntos.
Atlético Malagueño 4cIntergym Melilla 2 😷Vaya madrugón el de esta mañana dominguera para ver este partido en Coín, que empezó a las 9:30. Ya en casa me echo al catre un ratiko. Vaya soñarrera. Los domingos no son para madrugar. 😪
Mi temor era la ley del talión, que al Málaga se le cumple muy a menudo. Tanto perdonar y que al final marcan ellos. Es increíble las ocaciones que se han perdido para al menos un 3-0.