Tras un inicio loco con un buen gol de Roberto Fernández para que el Málaga CF empatase el partido, llegó la calma. Pero tras la calma, volvió la tormenta. Y la tormenta se llamó Paulino de la Fuente, que apareció para marcar un golazo con un toque de suprema calidad. El atacante cántabro aprovechó un muy buen centro lateral de Antoñín y la mala organización defensiva del Sanse.