Sin frenos hacia el infierno

Así no hay manera. Prepárense para sufrir porque este Málaga CF no da visos de sumar unos puntos que son más vitales que necesarios para sobrevivir, aunque sea a duras penas en LaLiga SmartBank. Ha vuelto a perder el equipo blanquiazul, dejando una amarga sensación de no tener fuerzas ni capacidad para darle la vuelta a una tortilla que ya se está quemando en el infierno de la zona de descenso. Esta vez tocaba ante una Real B que hizo mucho mejor las cosas. Tocaba, una vez más, resucitar a uno de los muertos de la categoría. Lo de siempre más lo inaudito de no ser capaces de levantar la cabeza.

Los primeros 10 minutos estuvieron claramente marcados por una presión alta del Málaga, pero con poco, muy poco fútbol. Intentaban acercarse al área los de Natxo González, pero el balón se perdía siempre a partir de los tres cuartos de campo, con una defensa del filial realista muy bien plantada.

Eso dio pie a la Real B para acercarse a la portería de Dani Barrio, sin que el Málaga consiguiera responder con ataques útiles. Una imagen muy preocupante y nada convincente que acabó como suelen acabar estos inicios de partido: en el minuto 36, Karrikaburu la puso imposible para Dani Barrio en un remate espectacular. Ismael Casas no había encimado a Alikain antes de que este centrara para su compañero. Aunque parecía imposible, el juego de los malaguistas se hundió todavía más...

De hecho, a punto estuvo la Real B incluso de rematar la faena en los últimos segundos del añadido de la primera mitad. Por suerte, el remate de Karrikaburu se marchó lamiendo el palo. En definitiva, se cargó de amarillas el Málaga, estando acertado López Toca en la mayoría -algo estricta la de Paulino- para no conseguir absolutamente nada más que un resultado en contra al descanso.

Cuando nada sale, todo se pone en contra

Apenas 8 minutos de la segunda parte necesitó el Sanse para dinamitar las ilusiones del Málaga por lograr puntuar en el Reale Arena. Fue Roberto López el que acabó rematando tras una escapada por banda de Robert Navarro que vio a su compañero solo, sin la atención de Jozabed o Febas, y le dio un magnífico pase atrás.

La primera ocasión del Málaga -sí, la primera- llegó en el minuto 62 con un disparo de Brandon a centro de Javi Jiménez que se estrelló contra el palo. Parece que el mallorquín quería aprovechar que Natxo González le daba una oportunidad con tiempo suficiente. No tuvo suerte...

Intentaba el equipo meterse arriba y crear peligro en la portería de Zubiaurre, pero ni a la contra, ni a balón parado, ni en juego. Cuando el bloqueo está presente, es difícil cambiar nada. Ni siquiera la fortuna acompaña. Y si no que se lo digan a Brandon, que tras un contraataque perfecto de Febas, consiguió que saliera de su meta el cancerbero realista y vio cómo Gómez se le cruzaba justo sobre la línea de gol.

Y justo cuando parecía que mejor estaba el Málaga, llegó Enrique Clemente y terminó de meter el dedo en la llaga. Se encontraba algo adelantado y el VAR acabó por anular el tanto por fuera de juego. No obstante, el daño ya estaba hecho.

Tiró la casa por la ventana Natxo sacando toda la artillería, con Kevin, Jairo y Chavarría por los laterales y Paulino. Aunque tampoco sirvió de mucho. La reacción llegó tarde, estéril y, sin gol, no se va a ningún lado.