Los fondos estadounidenses RedBird Capital y Elliott hicieron oficial este miércoles el acuerdo definitivo para la adquisición del AC Milan por parte de RedBird, por un valor de 1.200 millones de euros. Ese mismo fondo llegó a comprar en 2021, a través de una filial europea, 600 acciones del Málaga CF a tres pequeños propietarios de los que no trascendió su identidad. La compra se efectuó por el valor nominal de 30 euros (unos 18.000 euros en total).
Esto frena por completo la intención de RedBird de ser partícipe en una ampliación de capital en el club de Martiricos, algo que por ahora es inviable debido a la situación judicial en la que se encuentra el Málaga.
El estadounidense Gerry Cardinale, fundador de RedBird en 2014, recogerá el testigo de su compatriota Paul Elliott Singer al frente de la entidad rossonera, de nuevo campeona de Italia tras once años de sequía, con dos jugadores malagueños en sus filas: Brahim Díaz y Samu Castillejo.
Según informó el club milanés, RedBird Capital se quedará con la mayoría de los activos, pero Elliott mantendrá una participación financiera minoritaria con el objetivo de darle "continuidad" al proyecto que inició en 2018, cuando se puso al frente del club.
El traspaso de la titularidad, aunque ya esté cerrado, se producirá durante el verano con la mirada puesta en septiembre, mes en el que se espera completar definitivamente la operación.
RedBird Capital ya tiene experiencia en inversiones relacionadas con el deporte. Los estadounidenses poseen el 85% del Toulouse francés, equipo que jugará en la Primera división francesa la próxima campaña; y un 10% de Fenway Sports Group, una empresa también estadounidense con activos en el Liverpool, así como en el Boston Red Sox (béisbol) y Pittsburgh Penguins (hockey).
Comienza ahora un nuevo capítulo para el Milan de la mano de RedBird Capital y un plan continuista con el objetivo de mantenerse en lo más alto de Italia y volver a ser competitivo en Europa.
El trasfondo del asunto, se viralizó en cuestión de horas debido a la supuesta vinculación de Lebron James con la propiedad de RedBird, extremo que desmintieron en su momento a este medio fuentes directas de la compañía americana. La estrella de los Lakers, uno de los deportistas más influyentes y ricos del mundo, fue parte de una transacción en Fenway Sports Group (FSG) que involucra a RedBird, pero no forma parte de la propiedad del fondo en cuestión. Por decirlo de otro modo, James se convirtió en accionista de la citada FSG, en la que RedBird también ha invertido.