Kameni y su sacrificio por seguir en el fútbol de élite: "Ves que no te cogen la llamada ni te responden"

El que fuera guardameta del Málaga CF hace ya unos años Carlos Kameni es un ejemplo de esfuerzo y constancia en el fútbol. El portero camerunés que ahora juega en el UE Santa Coloma de Andorra quiere regresar a la élite del fútbol, pero su camino no está siendo nada fácil.

Charly, que no Kameni -porque así ha decidido cambiar su nombre en el verde-, ha explicado en Marca que tras su paso por el Málaga, se marchó a Turquía y que en el segundo año en el Fenerbahçe no le inscribieron y no le dieron explicación alguna. "Tuve que rescindir el contrato porque no me pagaban".

Después de eso, sin equipo, regresó a España se entrenó con el Torremolinos de Segunda Federación para irse a Yibuti con Song. "Pero, gracias a Dios, el Torremolinos me abrió la puerta para ejercitarme con ellos. Luego me llamó Song para ir a Yibuti. Fue casi de ir al cielo a tocar fondo. Pasé de entrenarme en césped natural al cemento, a 35 grados, con humedad y a unas condiciones de competición y vida muy difíciles".

Tras esta aventura, volvió de nuevo a España donde se encontró las puertas cerradas. "Yo quería seguir en un nivel elevado y aproveché esta ocasión. Es un Primera, en Andorra. Estoy en activo, en Europa, y quiero jugar de nuevo, si es posible, en la élite, en LaLiga".

En esta nueva etapa, el portero camerunés sólo piensa en seguir mejorando porque su objetivo es seguir en activo y poder estar en el Mundial con su selección. "Estoy muy agradecido a la UE Santa Coloma".

En la actualidad, vive solo en un modesto hotel del equipo del Principado y tiene a su familia en Málaga. No tiene ni coche allí. En el Santa Coloma, que tiene 15 años de vida, el presupuesto ronda unos 200.000 euros y el 75% del mismo va destinado al primer equipo.

A pesar de todos los contratiempos, "no me he sentido solo porque desde pequeño aprendí que nadie me iba a regalar nada en la vida. Y también aprendí que muchas veces la gente te hace un favor esperando algo a cambio. En todo lo que he intentado hacer he pensado que estaba solo en el mundo y que no iba a necesitar la ayuda de nadie, para no caer".

Asimismo, Kameni señala que "cuando esperas ayuda y tienes esperanza en los demás, la caída es muy fuerte. Siempre he ido con la mentalidad de que yo debo ganarme las cosas, y si no las consigo es porque es error mío y debo levantarme y volverlo a intentar. Porque miras el móvil y dices 'le voy a llamar, porque es mi compañero y me va a ayudar', pero ves que no te coge la llamada ni te responde el mensaje. Y esto te pasa varias veces... Ya no contactas con nadie. Esperas que tu trabajo bien hecho tenga recompensa, en eso sí confío".