Pues ya van 16

El Málaga CF no pudo pasar del empate sin goles en el partido frente al FC Andorra. A pesar de que salió con todo el cuadro blanquiazul, no pudo hacerse con la necesaria victoria que este domingo le habría permitido dejar atrás muchos fantasmas. Manolo Reina salvó al equipo hasta en dos ocasiones y la fortuna cara al gol volvió a ignorar al conjunto malacitano, incluso con un hombre más, y sigue sin ganar en La Rosaleda. Y ya van 16. Así se complica mucho poder salir del pozo.

Un primer tiempo magistral

Salió con decisión. El equipo de Mel quería decir 'Aquí estoy yo, esta es mi casa y no vas a venir a fastidiarme el domingo'. Bien posicionado, con muy buenas intenciones y con una enorme presencia en el centro del campo para tratar de impedir el progreso del Andorra. Prometía y mucho la actitud de los blanquiazules, que parecían dispuestos a comerse al rival. Y, aunque acechaba continuamente la portería de Raúl Lizoain, no llegó a generar ninguna ocasión clara hasta pasada la media hora de partido.

Los de Eder Sarabia se defendían con uñas y dientes -y con patadas y empujones- para intentar que la pelota no llegara a Rubén Castro o a Loren, y que incluso en las bandas se cortara rápido el avance de Juanfran o Javi Jiménez.

El Málaga estuvo muy atento a los balones perdidos del conjunto del Principado, recogiendo muchas pelotas, pero desaprovechando las oportunidades, como una de Jozabed que retuvo el balón en la frontal y se equivocó en el centro y acabó dándosela directamente al meta rival.

Si bien no tuvo que actuar ni una sola vez Manolo Reina en estos primeros 45 minutos -una buena señal sin duda-, el conjunto de Mel demostraba tener buenas ideas pero problemas a la hora de ejecutarlas. Quedaba esperar que el paso por vestuarios ayudara a encontrar la manera de cerrar las jugadas en esos (malditos) últimos metros.

Un Málaga sin peligro

Sin cambios en los 22 protagonistas, salió el Málaga con la presión muy alta. Y a punto estuvo Esteban Burgos de anotar el primero de la noche con un gran cabezazo tras un saque de banda espectacular de Javi Jiménez que sacó en el último momento Lizoain. Se convirtió en la primera ocasión clara del partido.

A punto estuvo de dar el susto N'Diaye con una pelota que le rebotó en la parte interna de la pierna cuando intentaba despejar en el área pequeña. Supo salvar la papeleta en el último momento y sacar el balón. A los pocos segundos, Mel decidió dar entrada a Fran Sol y a Luis Muñoz, que volvía a jugar tras más de un mes en el dique seco.

Hubo suerte -cosa rara- tras un pase atrás de Burgos buscando a Escassi que rebotó en un rival y cogió por sorpresa al malagueño, al que pilló la espalda Bakis, que se quedó solo ante Reina, pero perdonó enviando la pelota a la grada. A los pocos segundos, el propio meta trabuqueño sacó una mano providencial para evitar que el disparo de Germán Valera, tras una recuperación, se colara en su portería. El partido empezaba a ponerse más tenso y movido.

Aunque generaba algo el Málaga en campo contrario, tuvo que volver a ponerse la capa de superhéroe Manolo Reina tras una mala pérdida de N'Diaye. Al equipo de Mel le estaba tocando sufrir, pero todavía tenía tiempo por delante para intentar sumar más de un punto y, especialmente, no acabar perdiendo.

Y, cuando más lo necesitaba el equipo, llegó la inteligencia de Rubén Castro. Buscó una falta en la frontal y, como era el último hombre, el colegiado acabó expulsando a Pastor. El Andorra se quedaba con un jugador menos -a cinco minutos del 90'- y el cuadro blanquiazul se encontraba una buena oportunidad. La envió Escassi a la barrera, pero la esperanza se asentó en las gradas de La Rosaleda.

Sin embargo, los minutos pasaban, las ocasiones de gol no llegaban y el Málaga veía escaparse una oportunidad de oro para sumar tres puntos, abandonar el último puesto de la tabla e incluso salir de la zona roja de la clasificación. Fue de más a menos el equipo de Mel, que no pudo brindar a su afición el ansiado triunfo.