Aunque disputó su partido este sábado y no volverá a jugar hasta el próximo domingo, el Málaga CF se ha ejercitado este domingo en las instalaciones del Anexo de La Rosaleda. El empate frente al Burgos no acerca a los hombres de Pepe Mel a la zona de salvación de LaLiga SmartBank, por lo que se antoja vital lograr una victoria en la visita al Sporting de Gijón. Para este choque, presumiblemente, el técnico podrá contar con un nuevo nombre, pues uno de los inquilinos de la enfermería ha comenzado en este entrenamiento su readaptación al grupo.
Se trata de Ramón Enríquez, que lleva con problemas en el aductor desde principios del mes de enero y que sigue inédito en el 2023. El joven mediocentro de Órgiva (Granada) arrastra además un edema en esa zona. No obstante, tras el tiempo previsto de baja, este domingo ha comenzado a ejercitarse junto al resto de sus compañeros, suponiendo la gran novedad en el entrenamiento. El guardameta del juvenil Izan Coulibaly estuvo con el primer equipo.
En el mismo, los titulares ante al Burgos permanecieron en las galerías interiores del estadio de Martiricos, haciendo trabajos de recuperación física. Los que salieron desde el banquillo y el resto de suplentes se entrenaron con normalidad a las órdenes de Mel, incluido un Loren Zúñiga que ha sido el único de los jugadores con ficha del filial que no ha ido a disputar el choque del Atlético Malagueño contra el Torredonjimeno, como sí hicieron Andrés Caro, Cristian Gutiérrez y Rafa.
Al margen, trabajando para salir cuanto antes de sus respectivas lesiones, Genaro Rodríguez, Alberto Escassi y los canteranos Víctor Olmo, Moussa Diarra y Haitam Abaida.
El lunes será jornada de descanso para los blanquiazules, que regresarán a los entrenamientos el martes a las 18:00 horas, adaptándose de nuevo al horario del próximo partido.