Ni el mejor aforo de La Rosaleda en años fue suficiente: el malaguismo responde en un momento crítico

No cabe duda de que la afición es el principal activo del Málaga CF en estos momentos de crisis. La propia plantilla es consciente de ello, y desde el club también lo saben. Por eso mismo, optaron por realizar una promoción para la final por la permanencia de este domingo con la intención de llenar La Rosaleda.

Como no podía ser otra manera, el malaguismo respondió con creces agotando las entradas que el club puso a la venta. Hasta el punto de que el templo malaguista registró su mejor registro en años: 26.061 espectadores acudieron a ver un encuentro que se antojaba fundamental para el devenir del conjunto boquerón en LaLiga SmartBank.

Un registro que supera los 25.389 que acudieron la temporada pasada al encuentro contra el Burgos en el que los por aquél entonces dirigidos por Pablo Guede sellaron su permanencia y que guardaba bastantes similaridades con el de este domingo.

Además de los peñistas y de los aficionados que acudieron a La Rosaleda, el club invitó a 3.000 niños y niñas de diferentes clubes de la ciudad a un encuentro en el que se vivió un gran ambiente. Y es que en partidos con promociones anteriores el clima era algo diferente y enrarecido.

Desgraciadamente, un gol de Iñigo Vicente aguó la fiesta y complicó aún más las posibilidades del equipo de Sergio Pellicer de lograr la permanencia en la categoría de plata la temporada que viene.