Una Semana Santa sin tregua tras la penitencia en Andorra

El calendario de LaLiga Smartbank no da margen para la relajación, menos aún si se está en la situación límite en la que se encuentra el Málaga. Después de un partido en Andorra donde lamentó no ser más valiente y se vio totalmente cosificado por el estilo de toque de Eder Sarabia, los de Sergio Pellicer han vuelto este lunes al trabajo y no pararán en toda esta Semana Santa.

En la práctica de este lunes, que se ha efectuado a pleno sol en La Rosaleda, los titulares del último encuentro permanecieron en el gimnasio, mientras el resto de suplentes y no convocados se emplearon con más intensidad en el césped del templo malaguista, que no volverá a acoger un partido hasta el 16 de abril.

Se ha podido ver a Unai Bustinza a mayor ritmo desde que el viernes pasado se reintegrara al grupo. También al defensa canterano Andrés Caro participando en la dinámica de grupo, así como los restantes representantes de la Academia malaguista: el guardameta juvenil Andrés (viajó a Andorra, pero fue descartado de la convocatoria), Carlos López, Álex Calvo y los afianzados Loren y Cristian. Siguen recuperándose de sus lesiones los canteranos Víctor Olmo, Moussa y Haitam.

Restan pocos días para un nuevo encuentro decisivo, el de este Viernes Santo en La Cerámica contra el Villarreal 'B' (21:00 horas), para el que se espera una masiva movilización del malaguismo. Durante esta semana corta, el Málaga no descansará entre semana y tampoco lo hará el día después del partido.

No será hasta el Domingo de Resurrección cuando descansen, en una suerte de metáfora cofrade que esperan cumplir porque se haya logrado una victoria dos días antes. La resurrección, el milagro, la penitencia y la pasión son palabras en boca de la Málaga que disfruta de sus tronos y a la vez sufre con su equipo, que está al borde del abismo de la Primera RFEF.