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24 horas con la afición del Málaga: "Seguro que nos salvamos"

Alberto Fuentes

El despertador suena a las seis de la mañana. Es Viernes Santo, aunque más de uno acaba de recogerse de los encierros del Jueves Santo, el día más señalado de la Semana Santa malagueña. Se solapa una cosa con la otra. Les da exactamente igual. Apagan la alarma y para arriba, que me quedo en tierra, que me quedo sin ver la resurrección de Villarreal.

Había muchas razones para quedarse en casa, descansar y verlo por la tele. El Málaga está más cerca del abismo que de seguir con vida. Es un viaje largo, de ocho horas en la ida y otras ocho para la vuelta. Con la incomodidad que implica un autobús, en el que duermes sentado: una tortura medieval que no te contaron en el colegio. Nada importa. "No veas, parecemos una secta", bromea un aficionado cuando ve que medio millar de personas se dirigen casi en marcha sincronizada a los cinco autobuses que partieron desde La Rosaleda a las 7:10 de la mañana.

El destino era La Cerámica, el precioso estadio del Villarreal, recién remodelado. Un amarillo brillante que luce a campo con una esencia diferente. Esa que se respira en los días grandes, de mucho en juego. Ganar era seguir vivos, perder era poner el primer clavo a la crucifixión.

El fútbol, como la vida misma, es un bucle que puede simplificarse así: me ilusiono, creo expectativas, no se cumplen, me desilusiono; vuelvo a recuperar la ilusión, vuelvo a crear expectativas, otra vez no se cumplen.... El malaguismo lleva así toda una temporada. Los ánimos decayeron tras la derrota en Andorra, pero son como las heridas, cicatrizan rápido, forman costra y caen.

"Mientras haya esperanza, ahí seguiremos. Estamos con ellos para que vean que no tiramos la toalla y ellos no la tiren tampoco"

Quinientos masoquistas se plantaron en Vila-Real, una ciudad de 50.000 habitantes que acoge a todo un campeón de la Europa League. Y su filial, guerreando en Segunda, era el séptimo mejor local de la categoría. No iba a ser fácil, pero la confianza era inmensa antes del pitido inicial.

Como la que tenían Carmen y Lucas, un matrimonio de jubilados de Los Boliches (Fuengirola) que hacían su primer viaje para ver al equipo: "Tenía la espinita, porque me he jubilado y nunca pude hacerlo antes", reconoce él. "Mientras haya esperanza, ahí seguiremos. Estamos con ellos para que vean que no tiramos la toalla y ellos no la tiren tampoco".

Compromiso y mucha fe

"Siempre va a haber fe hasta que las matemáticas no digan lo contrario", cuenta Sebas, de barba poblada y bombo en mano. Viene de Barcelona con la Peña Los 300, una de las cuatro peñas que han participado en el desplazamiento. Se convirtió a la religión malaguista cuando estaba en Segunda, siendo su padre muy culé. "A mi padre le dije que yo había nacido en Málaga, así que quería ser del Málaga CF".

Hace cuatro días estaba en Andorra, testigo de una caída dura en fondo y forma. Pero le dio igual: "Hoy ganamos 0-3, ya verás", dijo cuatro horas antes del partido. Madrid, Galicia, Valencia, Asturias, Sevilla... ha hecho muchos kilómetros por ese escudo. Ahora no iba a ser menos.

Celebración del gol de Rubén Castro (0-2) ante el Villarreal 'B' (Foto: LaLiga).

Se acerca Alberto Fuentes (mismo nombre que un servidor que firma esto, casualidades de la vida), que también viene desde Cataluña en autobús y también estuvo en el hundimiento en Andorra. "Desde pequeño empecé a ver partidos del Málaga hasta que se me creó este sentimiento. Cada vez que puedo desplazarme, siempre que puedo lo hago", asegura el joven pegado a su bufanda. "Si ganamos hoy, estamos más vivos que nunca", decía. El vaticinio.

"Creo muchísimo en este equipo, le falta creérselo". Él confía de verdad. Habla del "empujoncito", de ser un fortín en casa y de sumar fuera. "Ocho puntos parecen muchos, pero si ganamos tres de golpe... que sufra el Oviedo, el Sporting, y nos ponemos ahí".

En las peores, más todavía

Una familia de padre, hijos y sobrinos va camino del estadio. Estanislao, Estanis, Gabriel y Raúl tienen 44, 13, 16 y 19 años. Desde Vélez-Málaga han viajado a arropar. "Yo reconozco que me ilusioné al principio de temporada, pensé en el ascenso, pero al final mira dónde estamos luchando", dice Raúl. "Tenemos todos mucha fe: si se gana hoy, seguro que nos salvamos", añade Estanislao. Todos llevan puesta la blanquiazul y están muy tranquilos. Otro vaticinio.

Y todos tenían parte de razón. El Málaga ganó 1-2 y alimentó la esperanza. El globo vuelve a hincharse, el fútbol volvió a alegrar un viaje de vuelta a los desplazados. El que escribe está a punto de quedarse en tierra a la vuelta. Gajes del oficio. Cuando me siento, el joven de mi derecha dice: no te preocupes, ha merecido la pena cualquier espera para lo de hoy. El malaquismo también ha sabido multiplicar su paciencia entre tanta decepción. Ahora, cada alegría es un pequeño título.

"En las buenas y en las malas, siempre Málaga. Es más, en las malas y en las peores, y en las peores más todavía". Fue la frase que espetó otro hincha y que lo resume todo. ¿Por qué hacerse 1.288 kilómetros un viernes festivo? ¿Por qué partir a las siete de la mañana y llegar a casa 25 horas después? Es la felicidad de la expectativa y la ilusión del objetivo cumplido. Aunque lo importante para ellos es el viaje, es el camino, es el escudo.

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  1. Vicente

    El Racing a ganado 4-1 ,por cierto equipo que nos ganó 0 - 1 a un equipo plano y cobarde partido que si fuéramos ganado tendríamos 6 puntos más a favor con respecto a ello, ese era el partido como muy tarde!... Hemos empezado muy tarde y mira que a habido tiempo hemos tirado toda la temporada y ahora queréis estar esparanzafos a que vamos a ganar todo yls demás por casualidad de la vida no van a ganar nunca no ? Incluso ganando todo rivales directos se tiene que enfrentar entre ellos y inevitablemente vas a sumar uno o otro si los dos aunque sea un punto ...

  2. Jose

    Este es el camino a seguir el del primer tiempo presionando arriba y marcar 2 o 3 goles y se acabó el partido y nunca echarse atrás los jugadores deben dejarse el alma en el campo y cuando no puedan más pedir el cambio que hay 5 para hacer y el que salga hacer lo mismo luchar hasta la saciedad ya se vio ayer que no tenemos mal equipo solo nos faltaba la actitud del primer tiempo de ayer pero bueno vamos a salvarnos y a empezar de nuevo , Nosotros nunca os dejaremos , VIVA EL MALAGA

  3. globtourism@hotmail.com

    Seguro que nos salvamos y esta noche a ocho puntos otra vez no os vengáis arriba para salvarse primero hay que estar fuera de descenso