En la presente temporada hubo una máxima desde la dirección deportiva para evitar errores del pasado. Había que invertir la pasta en la delantera, el mayor lastre de la temporada pasada, cuando el Málaga estuvo cerca del descenso. Apostó por Rubén Castro y Fran Sol como principales referencias, le dio otra oportunidad a Pablo Chavarría y apostó por Loren Zúñiga como recambio de cantera.
A miércoles 12 de abril, el balón está dejando varias conclusiones. El Málaga, que sueña con el más difícil todavía, el reto más delicado del siglo XXI para ellos, por fin tiene una delantera fiable. Aunque la sensación es que llegan tarde. Rubén Castro y Pablo Chavarría, titulares y protagonistas en la última conquista a domicilio, son medio Málaga en cuanto a puntos se refiere.
Sin los goles que han anotado uno y otro -nueve del canario y cuatro del argentino- el Málaga tendría 16 puntos menos de los que posee ahora. Cuando el máximo goleador español de la historia y el aguerrido punta de Las Perdices (Córdoba, Argentina) marcan, el equipo de Pellicer siempre puntúa. Los datos dicen que los 13 goles que han convertido se traducen en 16 puntos de los 33 que lleva el Málaga. Absoluta dependencia.
Pellicer encontró en Villarreal una dupla de ataque que funciona muy bien en el sistema 3-5-2, con Delmás y Cristian como carrileros suministrándoles balones por fuera y con Fran Villalba y Febas filtrando pases por dentro. Curiosamente, era la primera vez que Castro y Chavarría partían de titulares como delanteros centro.
Cierto es que compartieron titularidad contra Cartagena, Ibiza, Alavés, Tenerife, Eibar y Burgos, pero todas esas veces el argentino fue utilizado como extremo derecho ante la falta de efectivos por banda. Para el próximo partido en casa, para el que se espera un lleno en las gradas y donde no estará Lago Junior, Pellicer, salvo sorpresa o contratiempo, repetirá con ellos dos en el once.
La dependencia en Rubén y Pablo es clara. Son los mejores finalizadores del equipo. Cuando marca uno, otro o ambos, el Málaga siempre gana o empata. Chavarría tiene un balance de victorias/empates de 3-1 y Castro de 5-3. Nunca pierden. Solo en cuatro partidos en los que el Málaga ha marcado y puntuado no han estado ellos entre los goleadores y fueron tres empates y una victoria.
Con los goles de los dos atacantes, el Málaga sacó victorias en Villarreal y Miranda y contra Lugo, Alavés, Zaragoza y Leganés en casa; y empates en Ibiza y contra Villarreal 'B', Granada y Tenerife en La Rosaleda.
Rubén Castro está lejos de los 19 y 20 goles que selló en sus dos últimas campañas en Cartagena, pero tiene el reto de llegar a los 15. Tendría que meter seis más en los próximos siete partidos, un ritmo goleador que ayudaría mucho a la gesta que persigue el Málaga. Por su parte, Chavarría ya tiene mejor ritmo goleador que en su temporada de la lesión, cuando marcó cuatro goles en 21 partidos. Ahora lleva los mismos en 18. El malaguismo confía en que entren en combustión para sacar el barco a flote justo a tiempo.