Lo que el ojo no vio en la celebración del Málaga: "¡Estamos espectacular!"

La última victoria del Málaga significó mucho más que tres puntos. En primer lugar, era recortar esa distancia con el rival más cercano en la pelea, el Racing y sus 41 puntos. Pero también fue un chute de confianza y autoestima el haber logrado por fin el segundo triunfo consecutivo 61 partidos después. En el momento más necesario, cuando ya no quedan balas para fallar.

El júbilo de una afición de récord fue necesariamente atronador. El club ha lanzado un vídeo a modo de cortometraje donde se aprecia también esa emoción en los jugadores, antes y sobre todo después del partido. Un contenido donde se muestra la tensión prepartido, en los vestuarios, y la liberación una vez terminado.

"¡Vamos a meter a la gente también, que estamos espectacular!”, decía a sus compañeros Alberto Escassi, minutos antes de saltar al campo. “¡Y si van ganando seguimos jugando igual, eh! Dale, dale, dale que nos vamos a poner arriba!”, vaticinaba Esteban Burgos.

Hasta que habló Pellicer, en tono calmado y serio. Consciente de lo que se jugaba minutos después. “Es un partido para tener personalidad y para valientes. Y vosotros lo habéis demostrado todo el año. Vamos con valentía. Vamos a disfrutar por toda esta gente, y seguro que va a salir todo bien”.

Una vez confirmado el triunfo, La Rosaleda estalló con el "sí se puede" que también se repiten a sí mismos los jugadores. Terapia de choque, tres puntos psicológicos y celebración en el campo, con el calor de la grada. Curiosa la imagen de liberación de Pellicer al entrar al pasillo de vestuarios con un "¡¡¡Síiiii!!!", el "¡sí se puede, vamos!" de Escassi y declaración al micrófono del club: “Darle un millón de gracias a la afición, es una locura. No hay palabras, con el recibimiento que nos han hecho era imposible no ganar hoy”.

Quedan otros tres partidos al todo o nada en casa. El club se esmera en acaparar todo el cariño posible en la afición, para que los jugadores tengan ese plus de adrenalina sobre el césped. La suerte está acompañando, la pelotita entra lo que antes no y los detalles caen de lado favorable. El equipo hace méritos para hacer sufrir al rival y saber sufrir cuando toque. La fórmula está clara: ganar, ganar y volver a ganar, sea como sea. Y creer y volver a creer. La afición acompañará hasta donde haga falta, como lo hará el próximo domingo viajando a Lugo.