Cinco aficionados radicales del Málaga han sido detenidos por la Policía Nacional por los altercados que se produjeron el pasado 27 de mayo, en la última jornada liguera de Segunda División contra el Ibiza, por los que ya fueron arrestados otros trece hinchas.
Con estas detenciones se eleva a 18 el número de detenidos por su presunta implicación en los delitos de desórdenes públicos, daños y atentado a agentes de la autoridad, según ha informado este lunes la Policía en un comunicado.
Los arrestados serían los responsables de las barricadas que se montaron junto al estadio de La Rosaleda, donde se produjo el volcado de contenedores de basura y el incendio de uno de ellos, en una última jornada de mucho hastío y tensión por el adiós definitivo después de 25 años en el fútbol profesional.
Las pesquisas policiales apuntan a que al final del partido, una "marea de radicales" se concentró en el exterior del estadio, junto a la grada de fondo, esperando la salida de jugadores y directiva del club andaluz para recriminarles el descenso de categoría.
Según la Policía, los seguidores tenían la intención de cortar la única vía de salida por carretera desde el aparcamiento interior del estadio a la avenida de La Palmilla, y así impedir la marcha del equipo.
Para ello, un grupo de aficionados montaron una barricada, volcando contenedores e incendiando uno de ellos, además de lanzar piedras y vallas contra agentes de la Policía que efectuaron disparos al aire para "disuadir a la masa", aunque "no hubo cargas policiales".
Los altercados al final del partido demoraron una hora aproximadamente la salida de jugadores y directiva del club local.
Además, la Policía señala que justo tras el pitido del árbitro que marcaba el final del encuentro, aficionados de corte radical ubicados en la grada de animación permanecieron en el estadio y, al menos durante una media hora, estuvieron "incitando a la invasión de campo con reiterados cánticos".
En los prolegómenos del partido, grupos radicales se concentraron en una de las puertas del estadio por el que accedían los directivos del club y las autoridades para increparlos.