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Einar Galilea: “Ese espíritu rebelde de Maradona se echa en falta ahora”

Einar Galilea posa en La Rosaleda para la entrevista con El Desmarque. (Foto: Alberto Fuentes)
Alberto Fuentes

El central Einar Galilea (Vitoria, 1994) es una de las voces autorizadas del vestuario del Málaga por su experiencia en el fútbol profesional. No quiso desaprovechar la llamada de Loren para sumarse a un proyecto en el que cree y está fascinado con el talento que hay en el fútbol malagueño. Un tipo normal y cercano, fiel a sus principios y que no encaja en la burbuja del futbolista. Y muy de Maradona, de leer y escuchar podcast, de la tortilla poco hecha y de ascender con el Málaga, un reto cada vez más explícito. Nos sentamos a charlar con él en La Rosaleda antes de que vuelva a convertirse en una olla a presión.

- En su presentación dijo que al llegar aquí “sabía donde se metía”. ¿Dónde se ha metido Einar?

Pues en un club muy grande a nivel de exigencia personal y colectiva, infraestructura… esto es otro mundo. De momento van las cosas muy bien y estamos ahora viviendo la parte bonita, con desplazamientos multitudinarios, el ambiente de La Rosaleda con más de veinte mil personas. Veo que la gente está enganchada al equipo porque nosotros les estamos dando motivos para que crean. Pero un club tan histórico y una ciudad tan grande tiene también sus puntos negativos: la presión, por ejemplo. No es lo mismo jugar aquí que en otros clubes incluso de mayor categoría, aquí es mucho más complicado. Era un reto muy grande para mí.

- ¿Le ha sorprendido algo del club y la ciudad?

En torno al club se mueve mucha gente. Desde los periodistas y el seguimiento mediático hasta los aficionados que nos esperan aquí afuera para una foto o un autógrafo. Eso te hace recordar dónde estás y qué escudo estamos defendiendo.

¿La ciudad? Me ha parecido muy cara (risas). La idea que tenía yo era de que no me iba a costar encontrar casa y me pasé el verano… pero bueno, luego es una maravilla. El tiempo, la gente muy abierta y siempre a disposición de ayudarte. No me puedo quejar en absoluto. Ahora estoy viviendo en Torremolinos. En el centro era imposible.  El año pasado, en Croacia, también teníamos la playa cerca y me gusta salir a pasear a la playa. Más o menos buscaba algo similar.

- Han conseguido un buen comienzo. El buen rendimiento del equipo ha hecho que hasta Loren Juarros ya hable abiertamente de que hay que sentirse “candidatos al ascenso”. ¿También lo siente así?

Para mí el ascenso no es tabú, no me importa hablar de ello, pero es que estás vendiendo una cosa que es muy difícil de conseguir. Es muy complicado. Pongo siempre el ejemplo del Dépor, que parece que tiene que subir sí o sí y no sube. Nuestra responsabilidad es estar arriba, peleando por ello.

- Pero después de ocho partidos, ¿no le ha cambiado la percepción? Por el nivel que está dando el Málaga en la categoría junto a Ibiza y Castellón.

Yo, antes de empezar la temporada, me ponía la exigencia de estar arriba. Viendo el equipo que hemos formado, está claro que tenemos que pelear por el ascenso. Hablo a título personal, no me quiero poner el ascenso como objetivo porque pueden pasar miles de cosas. Un error, un árbitro que tira mal la línea… Que se da, pues maravilloso. Que no se da, pues hay que intentar valorar el trabajo que hicimos durante todo el año. Obviamente, todos queremos subir, pero hay que abrir la perspectiva.

"La ciudad me ha parecido muy cara (risas). La idea que tenía yo era de que no me iba a costar encontrar casa. Vivo solo en Torremolinos, en el centro era imposible".

- El Málaga es el equipo menos goleado de la categoría. ¿Es lo primero que quiso implantar Pellicer?

Sí, es algo que también nosotros sabíamos que debíamos conseguir si queremos estar arriba. En pretemporada fuimos fuertes defensivamente, con muchas porterías a cero, y luego a principio de temporada nos costó un poco. En Castellón nos meten dos, en el segundo volvemos a encajar, vamos a Baleares y igual. Al final, quieras o no, teníamos ese rún rún. Ahora estamos consiguiendo cierto nivel defensivo bueno y eso es clave para estar arriba.

- Viene de ser canterano del Alavés y con gran arraigo al club de su ciudad (Vitoria). ¿Nota ese sentimiento de pertenencia en los chavales de aquí?

Sí, diría que sí. Estar abajo es soñar con estar ahí. Los que están este año tienen una oportunidad muy grande con esta política de apostar por gente joven y con un talento descomunal. Este talento no lo tenemos en el norte. Ese desparpajo de Kevin, Larrubia con el balón. Eso lo tienes o no lo tienes y esta gente lo tiene. De momento estoy muy contento con la labor que están haciendo y cómo ayudan. Se nota la ilusión que tienen y contagian.

- ¿Echa de menos Vitoria? ¿Cómo lleva el día a día en Málaga?

Sí, mucho. Más que la tierra, a mi gente. Mi pareja está allá, la familia también y es difícil. Pero es lo que hay. Aquí vivo solo. Soy de darme un paseo en la playa escuchando un podcast, de salir con algún amigo a tomar algo o cenar. Estoy más en contacto con gente de allí que con los de aquí, al final son círculos. Justo ahora en el último puente festivo vinieron dos amigos a visitarme.

- Por su experiencia en el fútbol, ¿qué rol tiene en el vestuario? ¿Einar es más un padre o un colega?

Esos dos roles tienes que saber moverlos. No puedes tratar de igual manera a un compañero u otro. A un compañero le llegas más yendo de colegueo e igual a otro, si te pones un poco serio y le das dos consejos buenos, lo acepta mejor. Vengo a una ciudad nueva y tenía que aprender de los que estaban aquí, Juande, Ramón, Genaro… Tenemos un grupo maravilloso. Hicimos hace poco un coaching y lo que todos recalcamos es que el grupo es muy bueno y eso es primordial. Cada uno aportamos nuestras cosas. Por ejemplo, Nelson es tranquilo y seguro y cuando necesitas esa tranquilidad podemos contar con él. Cuando necesitas alegría, Larrubia te cuenta dos chistes y te descojonas vivo. En la mezcla está la virtud.

- Sus compañeros y competidores por el puesto: ¿Qué le transmiten Juande, Nelson, Moussa y Murillo?

Nelson es seguridad y tranquilidad, un tío muy familiar. Solo con estar al lado suyo te baja las pulsaciones. Juande tiene un potencial increíble, es un chaval diez. Por lo que sé, en los últimos años no lo ha pasado muy bien. Este año está haciéndolo muy bien. Es tranquilo pero tiene ese punto gracioso, cercano y humilde. Ahora está fastidiado con la lesión porque serán unas cuantas semanas, pero sabe que le toca ayudar al equipo de otra manera, como ha hecho Ramón.

Murillo y Moussa están preparados. Lo bueno de Murillo es la polivalencia y que se va a dejar siempre todo en el campo. Nos hace apretar mucho a los demás. Ahora está entrenando últimamente de central, pero si lo meten de lateral aprieta. Un nivel de exigencia tremendo. Y con Moussa, parecido. Un tío súper entrañable, entrenando va fuerte y es todo bondad. Igual alguna vez ha hecho daño a algún compañero llegando tarde (risas) e incluso se siente hasta mal.

- Loren Juarros le llamó para ficharle. ¿Cómo fue? ¿Confía en su proyecto de club?

Nos conocíamos porque estaba en la Real y yo he crecido en el Alavés, pero no habíamos tenido una conversación de tú a tú hasta este verano. Me llamó y me dijo: “Oye, ¿te podría llegar a cuajar lo de Málaga?”. Pues sí, la verdad. Claro que me interesaba. El tren del Málaga pasa una vez en la vida y me tengo que subir. Creo que los mimbres que se están haciendo van en buena dirección y decidí correctamente.

"Los futbolistas somos personas y tenemos que tener opinión. Al ser personajes públicos es una ayuda que puede ser muy válida. Si se puede ayudar a cualquier causa social no está de más".

Los futbolistas suelen vivir en una burbuja y evitan posicionarse, en cambio usted lo hace con causas sociales. Recientemente ha respaldado por redes sociales a Jenni Hermoso y comparte informaciones sobre la guerra de Israel y Palestina. ¿Qué le parece que al futbolista le cueste tanto decir lo que piensa?

Al dar el paso al frente y posicionarte ya se toma mal muchas veces. Gente que dice: “Este que se dedique al fútbol y ya”. Los futbolistas somos personas y tenemos que tener opinión. Al ser personajes públicos o de cierta visibilidad es una ayuda que puede ser muy válida. Allá cada uno. No le voy a decir a nadie si se tiene que mojar o no. Hay cosas en las que estoy callado y cosas en las que siento que debo dar mi opinión. Si se puede ayudar a cualquier causa social no está de más. Hagas lo que hagas te van a criticar.

Borja Iglesias, por ejemplo, se moja y todo el mundo contra él. Y los otros que no se han mojado… se dice “es que los jugadores no se mojan”, pero es una crítica más global y no una persona concreta que es señalada. Cuando se acabe mi carrera seré una persona que quiere tener conciencia social y si lo puedo hacer ahora, desde una posición privilegiada o con más repercusión, pues lo hago.

- Maradoniano confeso. ¿De dónde le viene la devoción?

Por el mito y la leyenda alrededor de él. No le recuerdo en directo, más en vídeos, partidos y highlights, pero más que de verle es por su aura, de la controversia que genera y lo rebelde que era. Obviamente, no lo estoy justificando porque hizo cosas malas. Al final, él era así. Él se mojaba el primero. Ese espíritu rebelde de Maradona se echa en falta ahora, aunque eran otros tiempos.

- Ha vivido una final de Copa del Rey en la grada (Barça-Alavés, 2017), partidos en Mendizorroza y la primera división croata, por ejemplo. Grandes ambientes. ¿Qué tiene La Rosaleda que no tengan otros estadios?

Que todos van a una y la gente tiene un gran espíritu futbolero. Todos los asistentes al estadio, obviamente valorando al Fonso Sur que no callan durante el partido, también empujan mucho. La animación no se limita a una zona. Todo el estadio se suma. Y los desplazamientos me han chocado. Si fuese socio del Málaga también haría esos desplazamientos. Yo sería uno de los que se apuntase. Me daban envidia. Ahí hubiese estado, con previa incluida (risas).

Einar Galilea posa en La Rosaleda para la entrevista con El Desmarque. (Foto: Alberto Fuentes)

- Ramón y Haitam están cerca de volver tras un largo periodo de lesión. Usted tuvo una grave lesión de rodilla. ¿Cómo los ve y cómo lo han llevado psicológicamente?

Los veo muy maduros. Cuando pasas por un golpe así de fuerte, lo peor para el futbolista es estar lesionado. Puedes no jugar, estar en la grada y tal, pero estás entrenando y te sientes futbolista. Pero lesionado estás un poco aparte. Ellos lo han llevado muy bien psicológicamente. El club les ha puesto muchas facilidades. Cuando se meten en un rondo o hacen ejercicios con nosotros no se nota que hayan estado tanto tiempo parados.  Les veo muy preparados. Pueden ser dos fichajazos. Tienen una calidad increíble y una personalidad bestial. Nos han ayudado mucho y nos van ayudar más todavía.


Cuestionario cortito y al pie

- Un referente.

No soy de referentes ni ídolos. Mi referente es mi madre.

- Un sueño deportivo a corto y otro a largo plazo.

Volver al fútbol profesional con el Málaga y, a largo plazo, me encantaría volver al Alavés. Pero se tienen que dar muchas circunstancias y es prácticamente imposible.

- Una virtud y un defecto.

Que soy una persona más, humilde y cercano. Por las pintas no dirías que soy futbolista. Con el trato con la gente y demás, diría que es algo positivo. Un defecto es que soy muy cuadriculado. Me cuesta a veces cambiar de opinión y soy cabezón.

- Lugar favorito de Málaga.

El centro. Muelle Uno y Dos y el paseo que tiene el jardín botánico, que tienes el mar, La Alcazaba y el centro histórico al lado.

- Un libro y una película.

Los Papalagi (Erich Scheurmann), de un miembro de una tribu que se mete a vivir en una ciudad de Europa y no entiende nada y da su versión del dinero, la ropa y de otra cultura tan distinta. No soy de series y no me gusta ir al cine, pero lo que me veo es tranquilo en casa. La película sería El viento que agita la cebada (2006).

- Sea sincero: ¿Un ascenso del Málaga, una Euroliga del Baskonia este año o un título del Alavés?

Un ascenso del Málaga. Sería la hostia vivirlo en primera persona.

-¿Y si quitamos de la ecuación el ascenso del Málaga?

Ehhhhh… sería feliz con cualquiera, pero me quedo con el título del Alavés. Que hemos llegado a dos finales, subcampeón en UEFA y Copa. Creo que ya un título toca. El Baskonia ya tiene.

- Si Dioni es de lomo en manteca, ¿de qué comida es Einar?

De pinchos del País Vasco, muy de tortilla de patatas. Pero sin cuajar mucho, de esas que están babosas. Hace poco pedimos en un sitio que estaban más hechas y de primeras no me entró por el ojo. Y de comida de aquí me han sorprendido las berenjenas con miel. Era algo que no me cuadraba en la mente y me gustaron.

- La última, ¿qué haría si el Málaga vuelve a Segunda?

Con el pelo podemos jugar. Me puedo rapar al cero o como en el ascenso del Alavés, que me dejé una cresta y me pinté el pelo blanco, azul y blanco.

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