Avanza la Primera Federación y con ella un lógico cambio de roles en los equipos. Pasa en el Málaga, que todavía no ha repetido once en partidos consecutivos. Sea por plan de partido de Pellicer o por inoportunas lesiones de jugadores, el Málaga sí tiene una columna vertebral clara, pero con bastantes piezas intercambiables. Dos de esas piezas son dos jugadores llamados a liderar el proyecto: David Larrubia y Dani Lorenzo, que viven dos momentos dispares.
Son las dos caras de una misma moneda, la del canterano malagueño y talentoso que vuelve del Mérida para tirar del carro del equipo de su tierra. El primero en entonarse fue más Dani Lorenzo, siendo un revulsivo en Castellón en el debut y con aquel partidazo que cuajó ante el Atlético de Madrid 'B' en la jornada 2. Su fuego se fue apagando progresivamente y fue cayendo más al banquillo que a la titularidad.
Su rendimiento y sus características dejaron de encajar tanto en los esquemas del Málaga. Ha jugado titular en cuatro partidos de nueve y en las últimas jornadas contra Melilla (44 minutos) y Real Madrid Castilla (26) se echó en falta su creatividad en los metros finales. Un bache de confianza que es perfectamente recuperable y también entendible en una plantilla donde tiene mucha competencia en su zona de influencia.
En cambio, su compañero David Larrubia está ahora en un periodo de fluidez y confianza necesaria para el equipo. El de La Luz es todo desborde, rompe líneas y es valiente generando ocasiones desde el costado, aprovechando su calidad en conducción. Fue el mejor del ataque ante el Castilla y acumula ya cuatro titularidades consecutivas desde que se quedara en el banquillo en Linares. A su casillero suma una asistencia.
Con Jokin Gabilondo en el retrovisor, esa banda derecha está siendo siempre una autopista para adentrarse en área rival con peligro. Como a todo el equipo en general, le está faltando precisión en las últimas jornadas. Larrubia ha sido titular en siete partidos de nueve, por lo que tiene ahora un rol más importante.
El verdadero potencial de este equipo estará en la capacidad que tengan sus jóvenes de aparecer más a menudo. Larrubia está en mejor forma y Dani Lorenzo anda rezagado ahora, pero quedan 29 jornadas por delante. Un margen inmenso para esperar un paso al frente de todos lo que pueden dar más.
El mediapunta marbellí tiene confianza del entrenador y hasta del director deportivo lo elogió el pasado verano: "Lo que me transmitió Dani tanto a nivel deportivo como de formación estructural de cabeza y de todo, cómo veía el fútbol y el Málaga, la ilusión que me transmitió... es lo que me gustaría que un jugador pensase Dani es un jugador al que me gustaría que se pareciesen los demás", apuntó Loren Juarros. El próximo partido ante el Antequera será una nueva oportunidad.