Roberto Fernández entra por ojo a propios y también a extraños. Esta temporada está creciendo partido a partido con goles y mucho trabajo intangible, que se lo digan a Le Normand, de la Real Sociedad. Su buen rendimiento acapara miradas de otros clubes, como ya ocurrió con aquella oferta de último día de mercado desde Italia, con interés serio del Brescia, que ofreció 800.000. Ahora, la procedencia de la oferta para fichar al nueve del Málaga llega desde una liga más exótica.
El futbolista de Puente Genil, un indiscutible en el once de Pellicer (19 partidos de liga, 18 como titular), acaba contrato el 30 de junio de 2025 y tiene una cláusula de rescisión de tres millones de euros. Sus características tienen un gran poder de atracción. Delantero de corte moderno, alto, con físico atlético y rápido de zancada, perfecto para el juego de presión alta y el juego en transición. Un rematador de área, bueno al espacio y capaz también de asistir: lleva siete goles y tres asistencias, siendo el máximo goleador y asistente del Málaga.
Por ello ha llegado a las oficinas del Málaga una oferta procedente de Chipe, concretamente del Pafos, cercana al millón de euros, como adelantó Diario As. Loren Juarros ha declinado la oferta porque ve al delantero como uno de los pilares del presente y el futuro del Málaga. Tampoco Roberto tiene intención de salir, sino todo lo contrario. "Yo quiero renovar, quiero seguir aquí. (...) Ojalá pudiera jugar en Primera con este club", dijo de manera contundente en una entrevista con SER Deportivos Málaga hace unos meses.
De hecho, la dirección deportiva está trabajando en su renovación, como también en la de David Larrubia, Kevin Medina, Izan Merino o Aarón Ochoa, entre otros. Incluso ya se le ha doblado el sueldo como premio a la meritocracia. Cobra una partida similar a la del año anterior en el Barça 'B', según informó Málaga Hoy. Su madurez comenzó precisamente en La Masía.
Allí entrenó seis veces con el primer equipo a las órdenes de Xavi y coincidió en un par de convocatorias con Lamine Yamal, que todavía no había explotado en el fútbol profesional. Roberto ganó mucha experiencia y marcó siete goles en Primera Federación. Con el Málaga ya ha igualado esa cifra y desde el cuerpo técnico y la dirección están seguros de que su promedio goleador está todavía por explotar.