Cerrarás los ojos. Te teletransportarás y estarás a once metros del gol con la blanquiazul puesta. Lanzarás y marcarás. Entonces, oirás el rugido, te vibrarán las entrañas y te irás al córner donde ese enjambre de locura lo celebrará contigo y te sentirás en casa, en el templo. Pero recordarás que no es Málaga, que estás jugando a cientos de kilómetros.
La afición del Málaga Club de Fútbol mete a un promedio de mil espectadores a cada estadio que visita esta temporada en la tercera categoría del fútbol español. A 12 de marzo, se cuentan trece desplazamientos que suman 13.030 aficionados totales, según las cifras extraoficiales, decenas arriba o abajo.
Con aficiones de Córdoba y Recreativo de Huelva como competencia más cercana y la del Deportivo de la Coruña como más lejana, no es disparatado constatar que el Málaga es actualmente el club que más gente mueve a domicilio en España.
Un factor importante, cierto, es la accesibilidad de la Primera Federación, donde el producto audiovisual es cutre, pero vivirlo en directo es mucho más fácil y enriquecedor por la venta de entradas y precios acordados -15 euros, normalmente-, horarios atractivos -benditos partidos en domingo a las 12.00 horas, nada de fútbol un viernes o un lunes- y distancias del Grupo II, cuyo mapa va desde la mitad de la península hacia abajo.
– ¿Qué es lo mejor de viajar para ver a su equipo? –preguntamos a bocajarro.
– Estar con tu gente, ya sea celebrando la victoria o apoyándonos en la derrota.
Responde Victoria García, aficionada de 25 años, fiel a la Peña Universitaria y con ocho desplazamientos en su particular pasaporte de la campaña 2023/24. Ha vivido experiencias de todos los colores y le es imposible decantarse por una: "De Linares me sorprendió la cantidad de gente que fue y el buen rollo; de Antequera, lo difícil que fue conseguir entradas; de Granada, llenar toda una grada de Los Cármenes… Todos tienen algo especial", cuenta a ElDesmarque.
Un 'On Tour', anglicismo referido a esto de salir de gira para ver partidos de tu equipo, reúne aspectos racionales e ilógicos. Viajar para conocer nuevos lares, sufrir y disfrutar en compañía de perfectos desconocidos. El resultado es casi lo de menos. Las previas son el ritual central, casi siempre con cervezas, siempre con cánticos y normalmente hasta con buena comida -envidia sana desde la mismísima Premier, donde no pueden ir a Linares, Granada, Córdoba o Huelva a tapear en condiciones-.
Como decía la canción, es una experiencia religiosa: "Es pura pasión y devoción", nos comenta Miguel Infante, de la Peña Benamiel. "Una mezcla de ocio y sentimiento. Está bien descubrir zonas de tu país a las que no habrías ido si no fuera por coger un coche o bus con tus amigos para ver al Málaga", resume Victoria.
Hay aficionados que sufren en la distancia. Ser malaguista, vivir en Barcelona y trabajar los fines de semana es una pequeña condena para Jorge Cuenca, miembro de la Peña Malaguista de Barcelona 'Los 300'. Otro con el cuentakilómetros engrasado.
"Por el calendario de este año, solo he podido ir a La Rosaleda a ver el Málaga-Real Sociedad de Copa. Viajo menos de lo que me gustaría. Lo hago por sentimiento", asegura. "Lo mejor de un desplazamiento es reencontrarme con tantos que conozco de Málaga y hacer hermanamiento con aficiones contrarias. En definitiva, conocer gente. Eso es lo mejor que te llevas".
"Los viajes suponen para mí una vivencia intensísima desde el momento en el que nos montamos en el bus. El sentimiento y las sensaciones previas y posteriores son inexplicables"
Marisa Caballero, de la Peña Superbasti, pierde la cuenta con tantos desplazamientos: Linares, Huelva, Antequera, Murcia, Mérida, Ceuta, Granada, Melilla y Sanlúcar de Barrameda. "De todos vuelvo con el corazón lleno por las experiencias que vivo. Los 'On Tour' suponen para mí una vivencia intensísima desde el momento en el que nos montamos en el bus en la Rosaleda hasta que volvemos y nos apuntamos en ese mismo instante en la lista de WhatsApp para el siguiente partido".
"Los tres puntos que ganamos tanto en Granada como en Murcia fueron chutes de energía enormes. Las celebraciones con nuestros jugadores son momentos inolvidables y dan muestra del gran vínculo que esta temporada se está creando", relata.
Empezó con su padre hace diez años y ella continúa ahora en solitario la tradición familiar inculcada. Tiene 23 años y puede decir que estuvo en el descomunal viaje a Lugo el año pasado (¡2.000 kilómetros por carretera!) y en la despedida definitiva al fútbol profesional en Vitoria. "El sentimiento y las sensaciones previas y posteriores a esos viajes son inexplicables. Lo que empezó siendo ocio y un ‘aprovecho y así hacemos turismo…’ se terminó convirtiendo casi en una necesidad".
Salvador González, asiduo viajero y gestor de las 'porritas' de cada peregrinación en autobús de la Peña Benamiel, es un veterano de esto a los 21. Ha estado en diez de los trece estadios que el Málaga ha visitado en las 27 jornadas de liga. Spoiler: a los cinco que quedan también se apuntará.
"Los más especiales fueron Ibiza y Alcoy, ya que esos especialmente los hicimos por nuestra cuenta, este último con Alberto, otro enorme malaguista también. Además, el campo de El Collao era bastante especial, porque estábamos prácticamente a ras del césped, sabías que cualquier cántico el equipo lo iba a sentir muy cerca porque retumbaba". La Primera Federación tiene estas licencias para ver el fútbol de la manera más pura y terrenal posible. El patatal de Melilla tampoco lo olvidarán los malaguistas.
"Lo hago por ese sentimiento y pasión que llevo dentro. Si hay que apoyar a algún equipo, que sea el de tu ciudad siempre. Esto es una montaña rusa de sentimientos, unas temporadas se sufre más, otras se celebra más, pero al final hay que estar ahí siempre, en las buenas y en las malas aún más". Con el equipo luchando en puestos altos de playoff, la esperanza reina en él y su tribu de locos inconformistas, que diría el entrenador Sergio Pellicer.
"Son experiencias que siempre acabas recordando", resume Salva. El fútbol tiene la capacidad de unir a gente infinitamente distinta en ideas y en el DNI. "Es precioso ver cómo sigue pasando de generación en generación un sentimiento tan fuerte", asegura Marisa, testigo de la presencia cada vez mayor de pequeños hinchas nómadas como Huguito, Martín o Alejandro.
Por los que siempre están y por la semilla de malaguismo que germina. Por la prometedora cantera en las gradas. Tiene más de 20.000 abonados, congrega a más de 1.000 desplazados de media. ¡¡¡Oh, Málaga!!! You'll Never Walk Alone: nunca, jamás de los jamases, caminarás solo.
Jornada 1) CD Castellón: 200 espectadores.
Jornada 3) Atlético Baleares: 150 espectadores.
Jornada 5) Linares: 2.500 espectadores.
Jornada 7) Huelva: 1.200 espectadores.
Jornada 10) Antequera: 650 espectadores.
Jornada 12) Ibiza: 50 espectadores.
Jornada 14) Murcia: 500 espectadores.
Jornada 16) Mérida: 400 espectadores.
Jornada 18) Intercity (Orihuela): 100 espectadores.
Jornada 19) Ceuta: 100 espectadores.
Jornada 21) Recreativo Granada: 5.500 espectadores.
Jornada 23) Melilla: 100 espectadores.
Jornada 25) Alcoyano: 80 espectadores.
Jornada 27) Atlético Sanluqueño (Sanlúcar de Barrameda): 1.500 espectadores.