Desde que regresó a los terrenos de juego tras un auténtico calvario de lesiones que se prolongó durante prácticamente un año, Ramón Enríquez vuelve a sentirse importante para el Málaga CF. Principalmente por su condición de capitán, pero también por su calidad en un mediocentro algo cojo de efectivos.
El jugador acaba contrato este verano, y viendo la apuesta que el club está haciendo por la cantera, lo más probable es que su vinculación con el conjunto boquerón se prolongue también a la próxima temporada.
En declaraciones ofrecidas a los medios, Enríquez ha confirmado este miércoles que "contactos ha habido", pero el mediocentro va más allá del dinero para prolongar su vínculo con el club. "Más allá de los resultados hay que sentirse querido, acompañado. Sentir que apuestan por ti, que confían".
Sin lugar a dudas, la mayor muestra de confianza que el Málaga puede tener con un jugador es la paciencia que han tenido con él durante este año que ha estado en el dique seco. Y el jugador parece que siente de cerca este cariño.
Por lo pronto, se centra en el día a día y en llegar en forma a los partidos. "Estoy disfrutando como un niño, pasándolo bien y con muchas ganas de que se acerque el momento bueno. Mi familia y yo hemos sufrido en silencio y ahora toca disfrutar. Psicológicamente, son los peores momentos que se pueden vivir. He crecido mucho a nivel mental, y también en lo futbolístico, aunque no haya jugado", asevera.