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Roberto entra en la historia del Málaga como máximo goleador en las últimas 20 temporadas

Roberto celebra besándose el escudo en La Rosaleda. (MCF)
Periodista malagueño. Delegado en Málaga.

Son palabras mayores, pero los datos están ahí. No mienten. El rendimiento goleador de Roberto ha sido una de las grandes noticias de la bajada a los infiernos del Málaga. Aún le queda una jornada de liga y todo un play off donde puede agrandar todavía más su cifra de goles. Pero los quince que ha marcado en 33 partidos no se los quita nadie. Solo Pau Víctor, con 17 en el Barça B, y Jesús de Miguel, con 16 en el Castellón, han marcado más que él en Primera Federación. Ganar el pichichi está difícil, pero para nada imposible.

Esa quincena de celebraciones, se agrande o se estanque en este último tramo, serán pase lo que pase una parte de la historia del club malagueño, donde la figura de un nueve goleador ha brillado por su ausencia en los últimos lustros.

El tanto que convirtió contra el Antequera le supuso romper una barrera histórica que llevaba muchos años sin ser traspasada, la de llegar a los quince tantos en una sola temporada. En los últimos 20 años no hubo ningún jugador capaz de alcanzar esa cifra en liga. El último fue Salva Ballesta en la temporada 2003/04, que dejó el contador en 18 tantos en aquella temporada en Primera División, con el Málaga finalizando en décima posición y con Juande Ramos en el banquillo. En total convirtió 21 goles si contamos también los de Copa del Rey.

Con su decimoquinto gol, el delantero de Puente Genil puede presumir de adelantar en la lista a Sandro Ramírez en su temporada del clímax de su carrera (catorce goles en la 2016/17); Salomón Rondón en la 2010/11 con sus catorce tantos en liga o los once de la temporada siguiente, con un cabezazo final que valió una clasificación a Champions; Antonio Hidalgo y sus catorce goles para ascender a Primera en la 2007/08; Armando Sadiku con los trece goles de la sufrida campaña 2019/20; Charles con los doce de la 2015/16 o los diez goles que metieron Adrián (2018/19) o Rubén Castro en la imborrable temporada pasada en Segunda.

Bajando de los dos dígitos están los del club de los nueve: Brandon Thomas (2021/22), Isco (2012/13, aunque metió otros tres en Champions para un total de doce); Nabil Baha y Apoño en la 2008/09 o Fernando Baiano en la 2004/05, fundamental en la segunda vuelta para lograr la permanencia cuando Antonio Tapia cogió las riendas a mitad de curso.

Merecen mención también los goleadores que, antes de Salva Ballesta en 2004, fueron los encargados de esta tarea con números destacados: Darío Silva, Dely Valdés o Catanha. Este último anotó 24 en la 1999/2000, la última vez que un malaguista llegó a rebasar la veintena. También destacó en un contextp parecido al de Roberto el legendario Basti, que hizo quince en la temporada del ascenso a Segunda (1997/98).

Pichichi con muchos focos

Su progresión lo ha convertido en uno de los jugadores franquicia de este Málaga. Hasta el punto de que su afición tiene asumido desde hace meses que será complicado retenerle si no se acaba cumpliendo el objetivo del ascenso. El club ha rechazado ofertas importantes. En verano quiso llevárselo el Brescia, después llegó interés desde Chipre y hasta el Gil Vicente portugués fue a por él con un millón y medio en la cartera. La última fue del Elche, que planteó una oferta cercana a los tres millones en el último sprint del mercado invernal. Él decidió no escuchar nada y centrarse en el transcurso de la temporada con su club. Un compromiso que no ha hecho más que reforzar el amor de la gente hacia su figura.

En una entrevista en ElDesmarque a principios de abril fue sincero con este asunto sobre su futuro inmediato, aunque en su contrato está ligado al Málaga hasta 2025. "Lo que es una realidad es que si un futbolista destaca en una categoría, es normal que clubes de superior categoría intenten llevárselo".

"Yo llevo toda la temporada centrado en el Málaga y solo pienso en el Málaga. Ya en el futuro se dirá. Yo ahora mismo estoy en el momento más feliz de mi vida. Llevo seis años aquí, mi familia se viene aquí en vez de quedarse en el pueblo. ¿Si ascendemos este año a Segunda? ... Me quedo aquí sea el tiempo que sea", confesó. El malaguismo seguirá en vilo por su próximo paso, que dependerá mucho de dónde juegue el Málaga el año que viene.

Roberto celebra un gol en La Rosaleda. (MCF)

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