La Rosaleda vivió un empate (1-1) ante el Mirandés con poco que celebrar y dos frentes abiertos que crean preocupación. Se trata del estado físico de dos jugadores que comparten posición y que tuvieron que retirarse lesionados del partido del debut en casa en LALIGA HYPERMOTION.
"Es la peor noticia, mañana entrenamos y se harán las pruebas, vamos a esperar a ver cómo evolucionan", decía de forma escueta Pellicer cuando se le cuestionaba en el pospartido por cómo se encontraban ambos jugadores. "Lo de Lobete es un golpe en el pie y no pinta bien", dijo. Minutos después, el club informó de que Kevin sufre un dolor en el aductor izquierdo y que Lobete una contusión en el primer metatarsiano del pie izquierdo. Los dos quedan pendientes de pruebas médicas.
Kevin realizó un esfuerzo en el que notó un pinchazo y pidió el cambio en el minuto 36. Se marchó con una ligera cojera, pero lo hizo por su propio pie. Entró al terreno de juego Lobete, que en el minuto 82 recibió un golpe en el pie que lo dejó en el suelo muy dolorido. Tanto es así que tuvo que salir en camilla, con una mano tapándose el rostro para ocultar los gestos de dolor.
En los próximos días se conocerá con exactitud el diagnóstico, pero todo parece indicar que el golpe de Lobete parece un asunto de mayor gravedad que la situación de molestia muscular de Kevin. Dos bajas sensibles que dejan la posición de extremo izquierdo con la única variante de Antoñito Cordero. Al menos, el regreso de Haitam, que entró por Lobete, fue la mejor noticia del partido, más allá del emotivo gol de Dioni que salvó los muebles.