El hermanamiento entre Granada y Málaga, lo mejor del derbi: "Ojalá subamos los dos"

El segundo derbi andaluz del curso ha tenido muchos momentos, algunos de absoluta locura, como el final con penalti y parada de Alfonso Herrero, pero hay que destacar lo ocurrido en la previa y en las gradas. Dos aficiones, dos colores, pero una pasión compartida. Malaguistas, alrededor de un millar en el estadio, y granadinistas, unos 17.000, se fundieron en una estampa de buen rollo, respeto y cariño entre dos clubes que han tenido sus etapas de mayor rivalidad y que, cuando el balón rueda, compiten por la victoria... pero siempre desde la admiración mutua.

Horas antes de la acción, del fútbol a borbotones y los goles de uno y otro, el ambiente de derbi se gestó sin incidentes y con unión entre seguidores. Darse un paseo por los aledaños de Los Cármenes lo confirma. Se entremezclan camisetas blanquiazules y rojiblancas, saludos y comentarios cruzados.

Conocemos a cuatro compañeros de piso que viven en Jaén y han venido hasta Los Cármenes para vivir la experiencia juntos: son tres malaguistas y un seguidor del Granada. José (24 años), Gaba (23), Alberto (22) y Sergio (20) van a una, pero cada uno tira para su escudo.

"Hemos venido más veces a Los Cármenes, fuimos ya el año pasado, somos del Málaga y no nos podíamos perder este partido", dicen los tres malaguistas, aunque el compañero nazarí es sincero: por supuesto que hay piques. "Hay bromitas, hay cruces, pero luego hay besitos al escudo". "Hoy hemos cantado el himno del Granada todos juntos, eh", le replica su colega malaguista. Uno firma el 0-1 "encerrados atrás" y el aficionado local se atreve a vaticinar un 3-0: "Hoy el Granada resurge contra ellos. El Málaga va a pagar los platos rotos", dice entre risas.

Momento del himno del Granada resonando en Los Cármenes.

"Lo mejor de los derbis es cómo no los pasamos, más allá de los piques sanos. Es increíble poder ir juntos al partido, el buen rollo que hay entre las aficiones, rojo y azul por todos lados". Es una opinión compartida y que se comprueba mirando a un lado y hacia otro: se respira hermanamiento.

De la mano a Primera, un deseo

Ocurre al conocer también a Ismael y Lorenzo, dos malagueños, aunque el primero es hincha del Granada, donde vive desde hace cinco años y se hizo abonado. Han acudido juntos a ver el derbi por fin. "Nos conocemos desde 2010 y es la primera vez que venimos juntos a ver este partido". Lorenzo es malaguista desde la etapa de Peiró, con aquel ascenso a Primera del año 1999. Firma el 0-1 para el Málaga "con los ojos cerrados". Ismael cree en "la primera victoria local de este año, 0-2".

En ambos flancos coinciden en una cosa: quieren el bien para el contrario. "Que ascendamos los dos y estemos contentos, eso es lo que queremos", dicen los chavales de Jaén que comparten vivienda y vivencias futboleras. "Ojala subamos los dos", expresan Ismael y Lorenzo. Al final, empate a dos. De momento, es demasiado pronto para hablar de ascensos y permanencias, pero lo que está claro es que el Granada y el Málaga van de la mano... salvo durante los noventa minutos de combate.