Joseph Aidoo, dispuesto a afrontar una nueva aventura en la Bundesliga
Joseph Aidoo es una de las piezas mejor valoradas de la plantilla del Celta de Vigo. El central ghanés tiene un importante mercado tras sus buenas temporadas en Balaídos. En A Sede están dispuestos a escuchar ofertas por el defensa. Conocedores del interés de varios equipos de la Bundesliga en Príncipe son conscientes de la posibilidad de ejecutar un importante traspaso que reporte a las arcas viguesas más de 15 millones de euros. El jugador tampoco vería con malos ojos, tras cuatro temporadas en Vigo, emprender una nueva aventura en un club que pueda disputar competiciones europeas.
El Celta sabe que le tocará un complicado verano en materia de fichajes. Son muchos los frentes abiertos en A Sede. La búsqueda de un director general, tras la dimisión de Antonio Chaves, y la necesidad de firmar un entrenador que sustituya a Carlos Carvalhal son las prioridades del club. A partir de ahí se espera la venta de varios jugadores del primer equipo. Dando por segura la marcha de Gabri Veiga por 40 millones de euros se espera que no sea la única venta.
Orbelín Pineda, Javi Galán y Joseph Aidoo tienen un importante cartel. Dependiendo de las ofertas podrían salir del Celta. No tienen que salir todos ellos pero en el Celta quieren afrontar este próximo mercado con más de 60 millones de euros para confeccionar una plantilla de garantías aún a costa de desprenderse de alguno de sus mejores jugadores.
Joseph Aidoo, que renovó su contrato hace un año hasta junio de 2026, ha visto como su cotización en el mercado se ha disparado. Los vigueses lo compraron por ocho millones de euros al Genk en 2019. Ahora su valor se ha duplicado. Esto le permite estar sobre la mesa de clubes que competirán en Europa la próxima temporada.
El central, sin forzar su salida, sí está dispuesto a escuchar las propuestas que lleguen a sus representantes. Alemania parece el destino más probable para Aidoo. El ghanés siempre confesó que su sueño sería jugar en el Bayern de Múnich ya que su ídolo de infancia, Samuel Kuffour, jugó durante una década en el conjunto bávaro.