"Braulio quédate": del pesimismo a la esperanza en Osasuna

Las horas de la penúltima semana de junio empiezan a agotarse y el Sevilla FC se encuentra en estos momentos sin director deportivo. La oficialidad de la salida de Monchi tras varios días de culebrón se dio el pasado viernes, y desde entonces el club de lanzó a por Braulio Vázquez, el actual encargado de la parcela deportiva del CA Osasuna, donde en un principio lo dieron por perdido, pero ahora recobran la esperanza de que se quede.

Braulio recibió el sábado la oferta del Sevilla, con la que aumentaría sus emolumentos y se aseguraría un contrato de tres temporadas, las mismas que tenía firmadas en Pamplona. El club de Nervión tendría que pagar 150.000 euros por liberarle, una cantidad testimonial que en ningún momento supone un obstáculo, y más tras haber ingresado 3,1 millones de euros por la salida de Monchi al Aston Villa. Entre este lunes y el martes se espera la respuesta definitiva.

Hasta ahí, la frialdad de los datos, pero en el Osasuna están poniendo toda la carne en el asador para que el gallego siga en Pamplona. No se trata de subirle el sueldo, sino de apelar al apartado emocional, conscientes de que no pueden competir con el atractivo y el poderío económico de un equipo Champions como el Sevilla. Durante el fin de semana, el presidente Luis Sabalza, el director general Fran Canal y el entrenador Jagoba Arrasate han tenido conversaciones informales con él para tratar de convencerle de que lo mejor es que continúe. El entrenador vasco, pese a estar de vacaciones, ha sido el cabeza de lanza en esta ofensiva, pues la relación con alguien con quien trabaja desde hace cinco temporadas es muy estrecha.

De este modo, en Pamplona se ha pasado en unas horas del pesimismo a la esperanza, tal y como informa Diario de Navarra, pues el club está tocando las teclas que cree importantes para que se quede, apelando a lo personal.

Además, la afición también está poniendo de su parte y en pocas horas ha convertido en trending topic en las redes el 'Braulio quédate'. De hecho, en una cena con su segundo de a bordo, Cata, el salón del céntrico restaurante donde se encontraba el sábado por la noche le cantó para pedirle su continuidad. En este mundo del fútbol moderno, los sentimientos no parecen muy importantes, pero en Osasuna están apelando a ellos para convencer a un Braulio que, a día de hoy, no lo tiene tan claro.