El FC Barcelona tiene claro cuáles son los fichajes prioritarios de Xavi Hernández para la próxima temporada. Aunque ya tiene a Oriol Romeu y Gündogan como refuerzos para el mediocampo, el técnico catalán sigue soñando con traer a Josua Kimmich este mismo verano.
El pivote del Bayern de Múnich es el relevo perfecto de Sergio Busquets, que se marchó hace unas semanas al Inter de Miami, y su llegada sería otro golpe mediático de la entidad culé. Varios jugadores del club bávaro como Musiala descartaron que su capitán se marcharía de Alemania pero la insistencia de Laporta en ofrecer a Frenkie de Jong en un trueque reavivó el anhelo de Xavi. Sin embargo, todos los rumores los ha querido zanjar el propio Kimmich para poner punto y final a su marcha del Allianz Arena.
El germano concedió una rueda de prensa previa al partido de este miércoles contra el Manchester City y acabó con el debate de su salida: "Estoy seguro que jugaré en el Bayern la próxima temporada. No tengo otros planes".
Según informa Mundo Deportivo, el pivote sigue enfrentado con el Bayern. Esta temporada ha destacado por el continuo enfrentamiento entre vestuario y directiva pero sus ocho años en el equipo aún le siguen pesando para continuar en la Bundesliga.
Actualmente, cualquier intento de convencer a los alemanes para que dejen salir a su capitán al Barça es más un sueño que una realidad. Su valor es de 75 millones de euros y el fair play financiero no le permitirá comprar más salvo que venda jugadores importantes. Xavi insistirá en que Kimmich y Bernardo Silva son sus anhelos para la próxima temporada pero, sin salidas, sus llegas son imposibles. No cuentan con el deseo del jugador y, sin posibilidad de que presione Josua, la posibilidad del traspaso es nulo.