Florentino Pérez tenía un sueño húmedo, y había diseñado un tridente ofensivo temible para el Real Madrid. Porque tenía en mente la idea de reunir a tres de los mejores jugadores del planeta, comenzando por Vinicius Junior, que ya forma parte de la plantilla. A estas alturas, ya nadie se puede atrever a a discutir que el brasileño es una estrella mundial, y ha dejado atrás todas las dudas que había en torno a su figura. Es determinante y decisivo, tanto con sus goles como con sus asistencias.
Pocos atacantes pueden presumir de tener el desborde y el desequilibrio que posee, y marca las diferencias siempre que toca el balón. Junto al canterano del Flamengo, el presidente tiene atado a Kylian Mbappé, que aterrizará desde el Paris Saint-Germain, presumiblemente este verano. La idea era que lo hiciera en 2024, cuando queda libre, pero Nasser Al-Khelaïfi no le permitirá abandonar gratis el Parque de los Príncipes. Así que será traspasado este año.
Y el Santiago Bernabéu es la única opción de futuro que el ex del Mónaco contempla. De forma que se espera que pronto pase a estar a las órdenes de Carlo Ancelotti. Para poner la guinda al pastel y formar uno de los mejores ataques que se recuerdan, superando incluso la BBC compuesta por Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo, la escuadra ‘merengue’ seguía teniendo a Erling Braut Haaland en su agenda de prioridades.
A partir del próximo verano tendrá una cláusula de rescisión cifrada en unos 200 millones de euros que le permitirá dejar el Manchester City, y salir de la Premier League. Pero como ha informado el diario ‘El Nacional’, el goleador noruego ya no se plantea llegar al Madrid, aunque antes era su opción número 1. No quiere compartir el protagonismo con nadie, y sabe que no sería la única estrella del equipo si están Vinicius y Mbappé en el vestuario.
Para eso, prefiere seguir con Pep Guardiola, y está más cerca de renovar que de marcharse del Etihad Stadium.