Deco ha asumido mucha responsabilidad en el Barça en los últimos meses. Desde que se anunció la marcha de Mateu Alemany al Aston Villa, una fuga que finalmente quedó en espantada, Joan Laporta lo designó para ser el nuevo director deportivo de la entidad. Y pese a que el balear al final se ha quedado hasta septiembre, el exfutbolista luso-brasileño ha seguido ejerciendo como el principal responsable de los fichajes y de las ventas.
Se le atribuye un gran mérito por la contratación de Vitor Roque, una apuesta personal suya, y que llegará en el mes de enero desde el Atlético Paranaense. Asimismo, también ha estado negociando por la marcha de varias piezas, y todavía le quedan algunos objetivos por cumplir. Un ejemplo de ello es el despido de Clément Lenglet, que regresó hace unas semanas tras una campaña a préstamo en el Tottenham Hotspur, donde siguió sin mostrar su mejor versión.
Hace ya mucho tiempo que el internacional francés dejó de ser un zaguero fiable, y eso le ha costado recibir muchas críticas de todo tipo. Xavi Hernández le puso la cruz en el Camp Nou, y en todo momento le ha advertido que no tiene hueco en sus planes. Pero el tiempo ha seguido avanzando, y aún a día de hoy no se ha encontrado una solución al problema que plantea el futbolista de 28 años de edad, que no entrará en ninguna convocatoria como medida de presión.
El ex del Sevilla quería seguir en el Barça y respetar el contrato que tiene firmado, a razón de unos seis ‘kilos’ netos al año, pero Deco ha conseguido convencerle para que haga las maletas. Porque en caso de quedarse, no podrá jugar absolutamente nada, debido a la presencia en su puesto de cracks como Jules Koundé, Ronald Araújo, Andreas Christensen, Íñigo Martínez o Eric García. Y saldrá traspasado por 12 millones de euros, aproximadamente.
El diario ‘AS’ señala que ya hay negociaciones con algunas escuadras de Arabia Saudí y de la Ligue 1 por Lenglet.